Nunca se ha sentido más mujer que persona, ni ha permitido victimizarse o que alguien lo hiciera por su género. Esta filosofía de vida, junto a su espíritu aventurero y su capacidad para superarse ante cualquier obstáculo, han llevado a la artista montillana Isabel Márquez Sula a recibir el pasado fin de semana un homenaje por parte del Ayuntamiento de Montilla, a propuesta del Consejo Municipal de la Mujer, como Mujer montillana.
"No puedo estar más que agradecida con este homenaje", reconocía Isabel Márquez, tras recibir los aplausos de las decenas de personas que acudieron al acto que tuvo lugar en la Casa de las Aguas, y que la montillana quiso aprovechar para poner énfasis en la necesidad de seguir trabajando por la igualdad.
Así, Sula –sobrenombre que adoptó en honor de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras y que la cautivó– recordó la difícil labor de las mujeres para abrirse camino a largo de la vida, en el trabajo, en la familia, o en la sociedad.
"No sé cuánto tiempo vamos a necesitar para ser iguales después de tantos años de trabajo. En los años ochenta, cuando viajaba por motivos laborales, para muchos hombres era casi invisible", recordó Sula quien, pese a todo, ha sabido ponerse el mundo por montera y superar cualquier traba que existiera en su camino.
Precisamente, su espíritu aventurero le llevó a dejar su vida en Montilla para establecerse en el sur de Inglaterra, donde inició, además de su carrera artística, un colegio guardería siguiendo la filosofía y método Montessori, que le permitió viajar por todo el mundo.
Aquellos viajes como miembro del Consejo Internacional del Sistema Montessori serían sólo un pequeño capítulo del extenso cuaderno de vivencias que atesora Sula, tras dar la vuelta al mundo en varias ocasiones y que le han servido, como reconoce, de inspiración para sus obras.
Una experiencia vital única y una carrera de éxito como artista, con la que ha obtenido el reconocimiento del público, que bien le han valido ser considerada una de las mujeres montillanas de referencia pues, como apuntaba la concejala de Mujer, María Luisa Rodas, Isabel Márquez es un ejemplo "gracias a su larga trayectoria profesional y a su intensa vida personal".
"No puedo estar más que agradecida con este homenaje", reconocía Isabel Márquez, tras recibir los aplausos de las decenas de personas que acudieron al acto que tuvo lugar en la Casa de las Aguas, y que la montillana quiso aprovechar para poner énfasis en la necesidad de seguir trabajando por la igualdad.
Así, Sula –sobrenombre que adoptó en honor de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras y que la cautivó– recordó la difícil labor de las mujeres para abrirse camino a largo de la vida, en el trabajo, en la familia, o en la sociedad.
"No sé cuánto tiempo vamos a necesitar para ser iguales después de tantos años de trabajo. En los años ochenta, cuando viajaba por motivos laborales, para muchos hombres era casi invisible", recordó Sula quien, pese a todo, ha sabido ponerse el mundo por montera y superar cualquier traba que existiera en su camino.
Precisamente, su espíritu aventurero le llevó a dejar su vida en Montilla para establecerse en el sur de Inglaterra, donde inició, además de su carrera artística, un colegio guardería siguiendo la filosofía y método Montessori, que le permitió viajar por todo el mundo.
Aquellos viajes como miembro del Consejo Internacional del Sistema Montessori serían sólo un pequeño capítulo del extenso cuaderno de vivencias que atesora Sula, tras dar la vuelta al mundo en varias ocasiones y que le han servido, como reconoce, de inspiración para sus obras.
Una experiencia vital única y una carrera de éxito como artista, con la que ha obtenido el reconocimiento del público, que bien le han valido ser considerada una de las mujeres montillanas de referencia pues, como apuntaba la concejala de Mujer, María Luisa Rodas, Isabel Márquez es un ejemplo "gracias a su larga trayectoria profesional y a su intensa vida personal".
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN