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La Magia inunda las calles de Montilla

La magia se hizo ayer presente en las calles de Montilla pese a la desapacible tarde que a punto estuvo de dar al traste con la ilusión de los más pequeños de la localidad. Con media hora de retraso sobre el horario previsto, la Cabalgata de Reyes Magos partió pasadas las 19.30 de la tarde desde la avenida de la Constitución para recorrer la avenida de María Auxiliadora, la avenida de Andalucía y la calle Puerta de Aguilar, hasta el Ayuntamiento, donde los Magos de Oriente leyeron el tradicional mensaje dirigido a los niños y niñas de Montilla.







Las obras que se están llevado a cabo en la calle Corredera no impidieron que Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados de sus pajes, pasearan a pie por la principal calle de la ciudad hasta alcanzar la plaza de La Rosa, después de haber repartido los 2.500 kilos de caramelos y el medio millar de balones que había preparado para la ocasión la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento.



El colorido cortejo, que invitó a los vecinos de la localidad a echarse a la calle, volvió a estar formado por once carrozas: las tres de los Magos de Oriente y otras ocho decoradas por los propios colectivos de madres y padres de alumnos de los centros educativos montillanos que, desde hace semanas, venían preparándose para este momento tan especial.

El primer colectivo del cortejo fue la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Colegio San Luis y San Ildefonso, que rememoró con su espectacular carroza la Navidad en Arendelle, el reino de las princesas Anna y Elsa de la película Frozen; a continuación, la AMPA del CEIP Beato Juan de Ávila rindió tributo a Los Reyes de Peppa Pig, para dar paso a la colorida plataforma de la AMPA Miguel Rúa del Colegio Salesiano, que llevaba por título Navidad Dálmata.







Tras el paso del Rey Melchor, la AMPA Fuente Álamo del CEIP San Francisco Solano rindió su particular homenaje a conocidos personajes de la Factoría Disney como Mickey, Minnie o Pinocho, mientras que la AMPA del Colegio La Asunción recorrió las calles más céntricas de Montilla tras un gigantesco cisne de su Navidad en el Lago, justo antes de la carroza del Rey Gaspar.



La octava carroza del cortejo –un barco más bien, en el que Peter Pan y el Capitán Garfio eran los grandes protagonistas– fue la de la AMPA Vicentale del CEIP Vicente Aleixandre, y su Navidad en el País de Nunca Jamás, que iba seguida de la comitiva de la AMPA del CEIP Gran Capitán y de la AMPA Tenerías del CEIP San José, con La Navidad de Los Minions, última carroza antes de la del Rey Baltasar, que cerró el cortejo.







Por vez primera, todas las carrozas contaron con un perímetro de seguridad y con una plataforma adicional que se situó en la parte trasera, donde se colocaron los generadores eléctricos “para así minimizar posibles riesgos”, tal y como detalló el concejal de Festejos, Antonio Agustín Ligero, quien hizo hincapié en que “el equipo de gobierno ha prestado especial atención a las medidas de seguridad de la cabalgata, ya que es un evento que reúne a gran cantidad de público y, en su mayor parte, se trata de niños”.

Además de las nuevas medidas de seguridad que adoptó en las carrozas la Concejalía de Festejos, el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Montilla puso en marcha un dispositivo especial que contó con la participación de un gran número de efectivos de la Policía Local y de voluntarios de la Agrupación Local de Protección Civil.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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