El paulatino incremento de las temperaturas que se viene registrando en Montilla desde la pasada Fiesta de La Cruz está invitando a muchos montillanos a adelantar su traslado a enclaves más frescos, como son las casas de campo que pueblan los pagos del término municipal. Estas viviendas, dotadas con piscinas en su mayoría, propician que las calles de la localidad aparezcan completamente desiertas de vecinos en los meses estivales.
Parajes montillanos como Los Limones, Cañalerma, la Fuente Nueva o la propia Sierra se llenan de vida en los meses de más calor, coincidiendo también con el inicio de la vendimia en los prestigiosos viñedos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
Con todo, son mayoría los paisanos que aguardan hasta la llegada del mes de junio para emprender la mudanza y aprovechan estos días para llevar a cabo la puesta a punto de la que será su vivienda hasta bien entrado el mes de septiembre, justo cuando los escolares retornan a las aulas.
Además de revisar las instalaciones eléctricas y de telefonía, muchos vecinos acometen cada año algunas reformas en su segunda vivienda, adecentando los dormitorios, los comedores, las cocinas o los baños. Y aunque en la localidad existen algunos profesionales de la decoración, que aportan su experiencia y sus ideas para dar un aire nuevo a estos espacios, también existen en Internet firmas como homify que, de manera cómoda y sencilla, brindan un sinfín de ideas que se ajustan a todos los gustos y a todas las posibilidades económicas.
El objetivo último no es otro que convertir esa segunda vivienda en el campo en un espacio confortable y habitable, no sólo para los propios inquilinos, sino también para los muchos amigos que comparten en estos auténticos oasis de la Campiña montillana las tradicionales paellas o las míticas chuletadas que dan paso a veladas inolvidables.
Ya falta menos, pues, para que los campos montillanos vuelvan a llenarse de vida y retomen ese protagonismo esencial a lo largo de la historia. Al caer la noche, esas pequeñas lucecitas que tapizarán el paisaje, a modo de luciérnagas, darán buena cuenta de ese éxodo tan montillano que se repite cada año, con la llegada del verano.
Parajes montillanos como Los Limones, Cañalerma, la Fuente Nueva o la propia Sierra se llenan de vida en los meses de más calor, coincidiendo también con el inicio de la vendimia en los prestigiosos viñedos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
Con todo, son mayoría los paisanos que aguardan hasta la llegada del mes de junio para emprender la mudanza y aprovechan estos días para llevar a cabo la puesta a punto de la que será su vivienda hasta bien entrado el mes de septiembre, justo cuando los escolares retornan a las aulas.
Además de revisar las instalaciones eléctricas y de telefonía, muchos vecinos acometen cada año algunas reformas en su segunda vivienda, adecentando los dormitorios, los comedores, las cocinas o los baños. Y aunque en la localidad existen algunos profesionales de la decoración, que aportan su experiencia y sus ideas para dar un aire nuevo a estos espacios, también existen en Internet firmas como homify que, de manera cómoda y sencilla, brindan un sinfín de ideas que se ajustan a todos los gustos y a todas las posibilidades económicas.
El objetivo último no es otro que convertir esa segunda vivienda en el campo en un espacio confortable y habitable, no sólo para los propios inquilinos, sino también para los muchos amigos que comparten en estos auténticos oasis de la Campiña montillana las tradicionales paellas o las míticas chuletadas que dan paso a veladas inolvidables.
Ya falta menos, pues, para que los campos montillanos vuelvan a llenarse de vida y retomen ese protagonismo esencial a lo largo de la historia. Al caer la noche, esas pequeñas lucecitas que tapizarán el paisaje, a modo de luciérnagas, darán buena cuenta de ese éxodo tan montillano que se repite cada año, con la llegada del verano.
REDACCIÓN / MONTILLA DIGITAL