La tradicional tarde-noche del Viernes de Dolores abrirá sus puertas, de par en par, a lo que para muchas personas representa el inicio de la Semana Santa de Montilla, con la Ronda de la Centuria Romana Munda y el pasacalles de la Agrupación Musical La Unión. A partir de las 20.30 de esta tarde, ambos colectivos rendirán homenaje con sus sones, por los distintos templos montillanos, a las imágenes marianas titulares de las hermandades que celebran estación de penitencia durante la Semana de Pasión montillana.
La Ronda de los Romanos, que seguirá este itinerario, contará con la participación de integrantes de la Centuria Romana Munda, acompañados por un nutrido grupo de mujeres ataviadas con mantillas españolas quienes, escoltadas por los lanceros con los que cuenta la formación, serán las encargadas de ir depositando ramos de flores a los pies de las distintas imágenes marianas.
Por su parte, la Agrupación Musical La Unión cumplirán con la tradición de su pasacalles de Viernes de Dolores que seguirá este itinerario y en el que se podrá admirar la culminación de la restauración del mástil de su banderín, estrenado en 1999 y realizado en terciopelo con bordados en hilo de oro, donde se puede apreciar el escudo de Montilla.
Esta restauración ha sido llevada a cabo por el reconocido joyero y maestro orfebre José Pedraza Luque, quien ha hecho la pieza más liviana y ha reparado, en su terminación, la corona sobre la que se posan los patronos de Montilla. Desde su creación, en 1981, esta formación ha evolucionado hasta llegar a convertirse en una de las referencias más admiradas de la música cofrade de toda la provincia.
Sin duda, uno de los momentos álgidos de la noche del Viernes de Dolores tendrá lugar en la iglesia de San Agustín, cuando ambas formaciones hagan acto de presencia en este templo montillano y honren a María Santísima de los Dolores en el día de su onomástica, durante el besapiés y besamanos de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la imagen devocional que cuenta con más fieles en Montilla.
Numerosos montillanos, tantos residentes como ausentes que llegan a Montilla en tan señaladas fechas, están llamados a asistir, un año más, tanto a la Ronda de los Romanos como al pasacalles de la Agrupación Musical La Unión.
La Ronda de los Romanos, que seguirá este itinerario, contará con la participación de integrantes de la Centuria Romana Munda, acompañados por un nutrido grupo de mujeres ataviadas con mantillas españolas quienes, escoltadas por los lanceros con los que cuenta la formación, serán las encargadas de ir depositando ramos de flores a los pies de las distintas imágenes marianas.
Por su parte, la Agrupación Musical La Unión cumplirán con la tradición de su pasacalles de Viernes de Dolores que seguirá este itinerario y en el que se podrá admirar la culminación de la restauración del mástil de su banderín, estrenado en 1999 y realizado en terciopelo con bordados en hilo de oro, donde se puede apreciar el escudo de Montilla.
Esta restauración ha sido llevada a cabo por el reconocido joyero y maestro orfebre José Pedraza Luque, quien ha hecho la pieza más liviana y ha reparado, en su terminación, la corona sobre la que se posan los patronos de Montilla. Desde su creación, en 1981, esta formación ha evolucionado hasta llegar a convertirse en una de las referencias más admiradas de la música cofrade de toda la provincia.
Sin duda, uno de los momentos álgidos de la noche del Viernes de Dolores tendrá lugar en la iglesia de San Agustín, cuando ambas formaciones hagan acto de presencia en este templo montillano y honren a María Santísima de los Dolores en el día de su onomástica, durante el besapiés y besamanos de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la imagen devocional que cuenta con más fieles en Montilla.
Numerosos montillanos, tantos residentes como ausentes que llegan a Montilla en tan señaladas fechas, están llamados a asistir, un año más, tanto a la Ronda de los Romanos como al pasacalles de la Agrupación Musical La Unión.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR