El Ayuntamiento de Montilla desmantelará los almacenes con los que la empresa mixta Aguas de Montilla cuenta en la calle Juan Colín, a las espaldas de la iglesia de San Agustín. El alcalde de la localidad, Federico Cabello de Alba, confirmó que el Consistorio ha recibido "una segunda recomendación" por parte del Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en la que se insta a trasladar a otro lugar el almacén de la empresa que gestiona el ciclo integral del agua "porque las molestias que se causan a los vecinos son considerables".
"Se trata de una recomendación, pero habrá que hacerle caso puesto que va a ser incluida en el informe que el Defensor del Pueblo eleva al Parlamento de Andalucía" , reconoció Federico Cabello de Alba, quien no ofreció ninguna fecha concreta para hacer efectiva la clausura de estas instalaciones situadas en unos antiguos depósitos de agua.
El desmantelamiento de los almacenes debería representar el último paso en un largo litigio que arrancó hace varios años cuando un vecino de la calle Juan Colín, Manuel Almedina, denunció ante el Ayuntamiento las molestias que le provocaba la actividad desarrollada por los operarios y por la maquinaria de la empresa municipal encargada del suministro de aguas.
En vista de que los ruidos seguían sucediéndose "durante el día y la noche" en el solar donde Aguas de Montilla almacena vehículos, maquinaria y materiales de obra, el afectado se dirigió al Defensor del Pueblo Andaluz para que mediara en un problema que, según el vecino, afectaba a su salud y a la de su familia.
Tras una serie de alegaciones interpuestas por el Ayuntamiento y por el propio afectado, el gabinete que encabeza Jesús Maeztu reconoció que, "de forma indubitada", la actividad de Aguas de Montilla en los depósitos de la calle Juan Colín genera ruidos, dado que el solar "presenta unas circunstancias en las que las ondas sonoras generadoras de ruido se propagan fácilmente".
De esta forma, además de subrayar la "importancia" que tiene un "ejercicio efectivo y diligente" por parte de los ayuntamientos de sus competencias de protección frente a la contaminación acústica, el Defensor del Pueblo Andaluz instó al Consistorio montillano a llevar a cabo un estudio acústico que desveló que la actividad que genera Aguas de Montilla en la calle Juan Colín "es superior en todos los tipos de áreas acústicas al valor límite indicado en el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía".
Las mediciones, que se llevaron a cabo en marzo del pasado año, fueron realizadas por técnicos del Laboratorio de Inspección, Ensayo y Calibración adscrito a la Unidad Móvil de Medida de la Contaminación Acústica y certificaron de forma indubitada las molestias que provoca la actividad desarrollada por los operarios y por la maquinaria de la empresa municipal encargada del suministro de aguas.
A punto de cumplirse un año desde la realización del estudio por parte de Medio Ambiente, Manuel Almedina exigió ayer al alcalde de Montilla que "dé las órdenes precisas" para que se paralicen las actividades que provocan los ruidos y que, como señala el estudio de la Junta, "exceden todos los límites legales".
El afectado, que hace unas semanas denunció su situación ante los grupos políticos municipales, se mostró ayer confiado en que el Ayuntamiento clausure "de una vez por todas" el almacén. "Si no lo hacen, seguirán incumpliendo la ley", dijo.
Y es que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ya advirtió al Ayuntamiento que, en el supuesto de que el informe de medición acústica determinara que la actividad de Aguas de Montilla sobrepasa los decibelios permitidos –como finalmente ocurrió- debería "adoptar las medidas correctoras necesarias que garanticen el cumplimiento de las normas de calidad acústica" o, en su caso", de trasladar a otro lugar el almacén de la empresa de aguas.
"Se trata de una recomendación, pero habrá que hacerle caso puesto que va a ser incluida en el informe que el Defensor del Pueblo eleva al Parlamento de Andalucía" , reconoció Federico Cabello de Alba, quien no ofreció ninguna fecha concreta para hacer efectiva la clausura de estas instalaciones situadas en unos antiguos depósitos de agua.
El desmantelamiento de los almacenes debería representar el último paso en un largo litigio que arrancó hace varios años cuando un vecino de la calle Juan Colín, Manuel Almedina, denunció ante el Ayuntamiento las molestias que le provocaba la actividad desarrollada por los operarios y por la maquinaria de la empresa municipal encargada del suministro de aguas.
En vista de que los ruidos seguían sucediéndose "durante el día y la noche" en el solar donde Aguas de Montilla almacena vehículos, maquinaria y materiales de obra, el afectado se dirigió al Defensor del Pueblo Andaluz para que mediara en un problema que, según el vecino, afectaba a su salud y a la de su familia.
Tras una serie de alegaciones interpuestas por el Ayuntamiento y por el propio afectado, el gabinete que encabeza Jesús Maeztu reconoció que, "de forma indubitada", la actividad de Aguas de Montilla en los depósitos de la calle Juan Colín genera ruidos, dado que el solar "presenta unas circunstancias en las que las ondas sonoras generadoras de ruido se propagan fácilmente".
De esta forma, además de subrayar la "importancia" que tiene un "ejercicio efectivo y diligente" por parte de los ayuntamientos de sus competencias de protección frente a la contaminación acústica, el Defensor del Pueblo Andaluz instó al Consistorio montillano a llevar a cabo un estudio acústico que desveló que la actividad que genera Aguas de Montilla en la calle Juan Colín "es superior en todos los tipos de áreas acústicas al valor límite indicado en el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía".
Las mediciones, que se llevaron a cabo en marzo del pasado año, fueron realizadas por técnicos del Laboratorio de Inspección, Ensayo y Calibración adscrito a la Unidad Móvil de Medida de la Contaminación Acústica y certificaron de forma indubitada las molestias que provoca la actividad desarrollada por los operarios y por la maquinaria de la empresa municipal encargada del suministro de aguas.
A punto de cumplirse un año desde la realización del estudio por parte de Medio Ambiente, Manuel Almedina exigió ayer al alcalde de Montilla que "dé las órdenes precisas" para que se paralicen las actividades que provocan los ruidos y que, como señala el estudio de la Junta, "exceden todos los límites legales".
El afectado, que hace unas semanas denunció su situación ante los grupos políticos municipales, se mostró ayer confiado en que el Ayuntamiento clausure "de una vez por todas" el almacén. "Si no lo hacen, seguirán incumpliendo la ley", dijo.
Y es que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ya advirtió al Ayuntamiento que, en el supuesto de que el informe de medición acústica determinara que la actividad de Aguas de Montilla sobrepasa los decibelios permitidos –como finalmente ocurrió- debería "adoptar las medidas correctoras necesarias que garanticen el cumplimiento de las normas de calidad acústica" o, en su caso", de trasladar a otro lugar el almacén de la empresa de aguas.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN