Ya estamos metidos en el 2015, año de elecciones, y desde todos los rincones nos avisan de que los ‘embaucadores’ se pueden hacer con el poder, puesto que no dejan de subir en las encuestas de opinión, lo que ha puesto muy nervioso a más de uno. Nos alertan de que los ‘populistas’ peligrosamente crecen sin parar, a pesar de las constantes advertencias que recibimos para que demos la espalda a esos falsos profetas que nos llevan directamente a la ruina.
Ya nos lo advirtió Esperanza Aguirre (auténtica mente privilegiada de la intelectualidad hispana) que esos impostores usan las mismas estrategias de lavados de cerebros que emplearon agentes de Hitler y de Stalin. Y los citó directamente: Joseph Goebbels, el que fuera Ministro de Propaganda de Adolf Hitler, y Willi Münzenberg, gran propagandista del Partido Comunista de Alemania en la República de Weimar (a pesar de que este segundo posiblemente muriera a instancias del propio Stalin).
“Auténticos genios de la maldad”, los calificaría la ilustre dama de la derecha española. No contenta con semejante piropo, y puesto que la facundia de la señora Aguirre no tiene límites, recientemente ha declarado que la marcha convocada para el día 31 este mes de enero en Madrid le recuerda a la que llevó Benito Mussolini entre el 27 y el 29 de octubre de 1922 en la de Roma y que acabó llevando al poder al fascismo en Italia.
Puesto que mente tan privilegiada, junto a la de los marhuendas que día tras día asoman a los medios de comunicación, nos alertan de que nos encontramos seducidos por los herederos de tan perversos personajes, es de temer que las terribles y milenarias profecías que nos acercaban al Apocalipsis estén a punto de cumplirse.
Y la verdad, no es que uno esté abducido por el nuevo partido político que, según nos dicen, puede llevarnos a la ruina absoluta y no vea con los ojos bien abiertos lo que se esconde detrás de las frases, los gestos y los símbolos que los supuestos falsos predicadores utilizan en estos tiempos tan inciertos como los que se preveían en el libro del Apocalipsis.
Resulta que también en el último número de la revista Temas, que preside el exdiputado Alfonso Guerra, se da la voz de alarma utilizando los mismos argumentos de la lideresa, avisándonos, más o menos, de que estamos en los preludios de la gran catástrofe que se avecina si no escuchamos a las voces ‘sensatas’ que nos advierten del gran peligro que se cierne sobre la piel de toro.
Pero antes de extraer algunos de los comentarios que en la revista aparecen, recordemos un poco en qué consiste el Apocalipsis para que nos vayamos preparando, una vez que muchos incautos e inocentes españoles hayan depositado su voto confiando en esos ‘avispados manipuladores’.
El Apocalipsis o Libro de las revelaciones es un libro profético que firmado por Juan (se supone que es san Juan Evangelista) fue escrito a finales del siglo I durante su destierro en la isla mediterránea de Patmos. Es un texto cargado de simbolismos y alegorías que nos anuncia los acontecimientos que ocurrirán antes de la llegada del fin del mundo.
Así por ejemplo, en su capítulo 16 aparece el término Armagedón que es utilizado por distintas religiones y culturas para referirse al fin de los tiempos al que se llegará en medio de las catástrofes que acompañarán a la batalla que se producirá entre las fuerzas comandadas por Satanás, ser maligno que liderará a un ejército de naciones engañadas, y las fuerzas celestiales.
Puesto que las interpretaciones del Apocalipsis a lo largo de la historia han sido muy diversas, especialmente en el campo del arte, en ocasiones se habla de la venida del Anticristo antes de la batalla de Armagedón, ya que será el maligno quien seducirá a la gente confundiéndola por las crisis en las que se ve envuelta.
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Ahí tenemos, por ejemplo, el grabado realizado por Alberto Durero, el mayor artista del Renacimiento alemán. Comprobamos que dentro de los Cuatro jinetes del Apocalipsis, se encuentra el Anticristo que cabalga en un caballo blanco; junto a él aparece otro que encarna la guerra venidera; el tercero representa el hambre que se extenderá por la población; finalmente, el cuarto y esquelético jinete es la muerte que nos alcanzará a todos.
Mirando el grabado de Durero, y ante las múltiples advertencias surgidas desde todos los frentes, me pregunto: ¿no serán Iglesias, Errejón y Monedero, ‘auténticos genios de la maldad’ como apuntó la lideresa, los verdaderos jinetes del Apocalipsis que nos conducirán a una muerte segura, tal como nos anuncian las mentes brillantes y lúcidas desde tribunas de la derecha y la izquierda?
Yo, de verdad, ya empiezo a sospechar. Paro, hambre, precariedad, exclusión… ¿No estamos, pues, ante los signos que nos anuncian Armagedón, esa batalla que anticipa el fin de los tiempos?
También me pregunto: ¿qué quería decir Iglesias cuando clamó ante sus seguidores que su objetivo era ‘Asaltar los cielos’? ¿Acaso no es lo mismo que nos describía san Juan cuando el Maligno o Anticristo persuadía a los pueblos para que se enfrentaran a las fuerzas celestiales?
No dejo de darle vueltas a la cabeza. Intento descifrar las señales y símbolos ocultos que van apareciendo últimamente. Escucho, leo y releo para no dejarme seducir por esos adalides del populismo bolivariano que tienen encandilada a la gente.
Tras muchas pesquisas creo que he dado con otro enigma clave. ¿No serán los Círculos que propugnan estos falsos profetas, tanto en su logotipo como en los perversos grupos que se forman en ciudades y pueblos, los signos que representan el Infierno, tal como nos lo describía el gran poeta italiano Dante Alighieri en su inmortal Divina Comedia, para el que el Averno se simbolizaba con nueve círculos concéntricos?
¿Es que nadie ha reparado que este país en apenas poco tiempo se ha llenado de círculos por todos lados? ¿Acaso no hay algo escondido detrás de estos signos que se propagan por doquier?
Que nadie piense que estoy elucubrando o preso del pánico frente las advertencias y amenaza de Bruselas y del FMI; simplemente estoy atando cabos ante tantas extrañas señales que aparecen y sigo atento a esas mentes brillantes a las que me he referido al principio y que nos avisan de que nos podemos precipitar en el caos.
Me explico. Tal como apuntaba anteriormente, en la revista Temas para el debate, ubicada en la izquierda, en su número 242-243 correspondiente a enero-febrero de 2015, nos alerta de que el partido de Iglesias representa abiertamente el populismo que pone en riesgo la democracia española, porque “alimentan el catastrofismo y representan un ultraizquierdismo que puede arruinar la economía… amenazando la convivencia democrática y pacífica”, al tiempo que “se aprovechan de los malestares, temores e incertidumbres de las personas”. ¿No será entonces que una mente perversa y diabólica se esconde tras las plácidas y suaves sonrisas que se gasta el líder?
¿Y cómo han logrado estos ‘populistas’ hacerse apoyar por tanta gente según la muy ecuánime revista Temas? La respuesta que nos da el director de la revista es similar a la que nos aportó tiempo atrás la señora Aguirre, a la que recientemente se le ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio (suponemos que por su profundidad intelectual y su brillantez literaria).
Así, en su artículo La retórica de los populismos, José Félix Tezanos no está muy lejos de la gran dama de la derecha española cuando escribe: “Podemos, Ganemos… en realidad no se está haciendo algo muy distinto a lo que implementaron en los años treinta del siglo pasado los fascistas y los estalinistas ”. ¡Fascistas y estalinistas! ¡Nada más y nada menos!
Como vemos, desde todos los lados nos avisan de la ruina y el caos que se avecinan. Nos advierten que definitivamente estamos guiados por “auténticos genios de la maldad” que nos pueden conducir a una verdadera catástrofe (y quién sabe si a la III Guerra Mundial). Nos avisan, constantemente, que les demos la espalda para que no lleven adelante sus perversos planes. Nos piden, de una u otra manera, que no les votemos por lo que pueda pasar.
Ante tantas e insistentes advertencias, estoy hecho un lío y no dejo de preguntarme: ¿no será, pues, que los signos y señales aparecidos apuntan a que verdaderamente nos encontramos ya al borde del tan anunciado y temible Armagedón descrito en el Apocalipsis si nos dejamos encandilar e incautamente depositamos nuestra confianza, y nuestro voto, en los representantes del Círculo Infernal?
Ya nos lo advirtió Esperanza Aguirre (auténtica mente privilegiada de la intelectualidad hispana) que esos impostores usan las mismas estrategias de lavados de cerebros que emplearon agentes de Hitler y de Stalin. Y los citó directamente: Joseph Goebbels, el que fuera Ministro de Propaganda de Adolf Hitler, y Willi Münzenberg, gran propagandista del Partido Comunista de Alemania en la República de Weimar (a pesar de que este segundo posiblemente muriera a instancias del propio Stalin).
“Auténticos genios de la maldad”, los calificaría la ilustre dama de la derecha española. No contenta con semejante piropo, y puesto que la facundia de la señora Aguirre no tiene límites, recientemente ha declarado que la marcha convocada para el día 31 este mes de enero en Madrid le recuerda a la que llevó Benito Mussolini entre el 27 y el 29 de octubre de 1922 en la de Roma y que acabó llevando al poder al fascismo en Italia.
Puesto que mente tan privilegiada, junto a la de los marhuendas que día tras día asoman a los medios de comunicación, nos alertan de que nos encontramos seducidos por los herederos de tan perversos personajes, es de temer que las terribles y milenarias profecías que nos acercaban al Apocalipsis estén a punto de cumplirse.
Y la verdad, no es que uno esté abducido por el nuevo partido político que, según nos dicen, puede llevarnos a la ruina absoluta y no vea con los ojos bien abiertos lo que se esconde detrás de las frases, los gestos y los símbolos que los supuestos falsos predicadores utilizan en estos tiempos tan inciertos como los que se preveían en el libro del Apocalipsis.
Resulta que también en el último número de la revista Temas, que preside el exdiputado Alfonso Guerra, se da la voz de alarma utilizando los mismos argumentos de la lideresa, avisándonos, más o menos, de que estamos en los preludios de la gran catástrofe que se avecina si no escuchamos a las voces ‘sensatas’ que nos advierten del gran peligro que se cierne sobre la piel de toro.
Pero antes de extraer algunos de los comentarios que en la revista aparecen, recordemos un poco en qué consiste el Apocalipsis para que nos vayamos preparando, una vez que muchos incautos e inocentes españoles hayan depositado su voto confiando en esos ‘avispados manipuladores’.
El Apocalipsis o Libro de las revelaciones es un libro profético que firmado por Juan (se supone que es san Juan Evangelista) fue escrito a finales del siglo I durante su destierro en la isla mediterránea de Patmos. Es un texto cargado de simbolismos y alegorías que nos anuncia los acontecimientos que ocurrirán antes de la llegada del fin del mundo.
Así por ejemplo, en su capítulo 16 aparece el término Armagedón que es utilizado por distintas religiones y culturas para referirse al fin de los tiempos al que se llegará en medio de las catástrofes que acompañarán a la batalla que se producirá entre las fuerzas comandadas por Satanás, ser maligno que liderará a un ejército de naciones engañadas, y las fuerzas celestiales.
Puesto que las interpretaciones del Apocalipsis a lo largo de la historia han sido muy diversas, especialmente en el campo del arte, en ocasiones se habla de la venida del Anticristo antes de la batalla de Armagedón, ya que será el maligno quien seducirá a la gente confundiéndola por las crisis en las que se ve envuelta.
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Ahí tenemos, por ejemplo, el grabado realizado por Alberto Durero, el mayor artista del Renacimiento alemán. Comprobamos que dentro de los Cuatro jinetes del Apocalipsis, se encuentra el Anticristo que cabalga en un caballo blanco; junto a él aparece otro que encarna la guerra venidera; el tercero representa el hambre que se extenderá por la población; finalmente, el cuarto y esquelético jinete es la muerte que nos alcanzará a todos.
Mirando el grabado de Durero, y ante las múltiples advertencias surgidas desde todos los frentes, me pregunto: ¿no serán Iglesias, Errejón y Monedero, ‘auténticos genios de la maldad’ como apuntó la lideresa, los verdaderos jinetes del Apocalipsis que nos conducirán a una muerte segura, tal como nos anuncian las mentes brillantes y lúcidas desde tribunas de la derecha y la izquierda?
Yo, de verdad, ya empiezo a sospechar. Paro, hambre, precariedad, exclusión… ¿No estamos, pues, ante los signos que nos anuncian Armagedón, esa batalla que anticipa el fin de los tiempos?
También me pregunto: ¿qué quería decir Iglesias cuando clamó ante sus seguidores que su objetivo era ‘Asaltar los cielos’? ¿Acaso no es lo mismo que nos describía san Juan cuando el Maligno o Anticristo persuadía a los pueblos para que se enfrentaran a las fuerzas celestiales?
No dejo de darle vueltas a la cabeza. Intento descifrar las señales y símbolos ocultos que van apareciendo últimamente. Escucho, leo y releo para no dejarme seducir por esos adalides del populismo bolivariano que tienen encandilada a la gente.
Tras muchas pesquisas creo que he dado con otro enigma clave. ¿No serán los Círculos que propugnan estos falsos profetas, tanto en su logotipo como en los perversos grupos que se forman en ciudades y pueblos, los signos que representan el Infierno, tal como nos lo describía el gran poeta italiano Dante Alighieri en su inmortal Divina Comedia, para el que el Averno se simbolizaba con nueve círculos concéntricos?
¿Es que nadie ha reparado que este país en apenas poco tiempo se ha llenado de círculos por todos lados? ¿Acaso no hay algo escondido detrás de estos signos que se propagan por doquier?
Que nadie piense que estoy elucubrando o preso del pánico frente las advertencias y amenaza de Bruselas y del FMI; simplemente estoy atando cabos ante tantas extrañas señales que aparecen y sigo atento a esas mentes brillantes a las que me he referido al principio y que nos avisan de que nos podemos precipitar en el caos.
Me explico. Tal como apuntaba anteriormente, en la revista Temas para el debate, ubicada en la izquierda, en su número 242-243 correspondiente a enero-febrero de 2015, nos alerta de que el partido de Iglesias representa abiertamente el populismo que pone en riesgo la democracia española, porque “alimentan el catastrofismo y representan un ultraizquierdismo que puede arruinar la economía… amenazando la convivencia democrática y pacífica”, al tiempo que “se aprovechan de los malestares, temores e incertidumbres de las personas”. ¿No será entonces que una mente perversa y diabólica se esconde tras las plácidas y suaves sonrisas que se gasta el líder?
¿Y cómo han logrado estos ‘populistas’ hacerse apoyar por tanta gente según la muy ecuánime revista Temas? La respuesta que nos da el director de la revista es similar a la que nos aportó tiempo atrás la señora Aguirre, a la que recientemente se le ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio (suponemos que por su profundidad intelectual y su brillantez literaria).
Así, en su artículo La retórica de los populismos, José Félix Tezanos no está muy lejos de la gran dama de la derecha española cuando escribe: “Podemos, Ganemos… en realidad no se está haciendo algo muy distinto a lo que implementaron en los años treinta del siglo pasado los fascistas y los estalinistas ”. ¡Fascistas y estalinistas! ¡Nada más y nada menos!
Como vemos, desde todos los lados nos avisan de la ruina y el caos que se avecinan. Nos advierten que definitivamente estamos guiados por “auténticos genios de la maldad” que nos pueden conducir a una verdadera catástrofe (y quién sabe si a la III Guerra Mundial). Nos avisan, constantemente, que les demos la espalda para que no lleven adelante sus perversos planes. Nos piden, de una u otra manera, que no les votemos por lo que pueda pasar.
Ante tantas e insistentes advertencias, estoy hecho un lío y no dejo de preguntarme: ¿no será, pues, que los signos y señales aparecidos apuntan a que verdaderamente nos encontramos ya al borde del tan anunciado y temible Armagedón descrito en el Apocalipsis si nos dejamos encandilar e incautamente depositamos nuestra confianza, y nuestro voto, en los representantes del Círculo Infernal?
AURELIANO SÁINZ