Sándwich, del gaélico /sáenwic^/, procede del nombre de un repudiado mártir cristiano que habitó en la zona del norte de Gales sobre el siglo XI d.C, y no del inglés sandwich, y este de J. Montagu (1718-1792), cuarto conde de Sandwich, de quien se cuenta que se alimentó de esta clase de comida para no abandonar una partida de cartas, como nos pretende hacer creer la historia.
San Wich Mixto fue el menor de los siete hermanos de una familia dedicada en exclusiva a la agricultura de subsistencia que practicaba en un pequeño e inmundo caserío medio derruido en la zona norseptentrional del latifundio que en aquella zona de Gales poseía sir Nicholas G. Church, decimotercer Duque de Mamlgber, uno de los personajes más nefastos de la Baja Edad Media galesa.
Polémico desde sus primeras apariciones públicas, de las que no tenemos constancia, se sabe que San Wich abandonó a temprana edad el seno familiar para predicar la palabra de Dios siguiendo los preceptos de un misionero que llegó a tener gran fama en la región, pero del que no se han conservado escritos fiables más allá de una serie de manuscritos de dudosa atribución descubiertos hace unos años en la biblioteca personal de la viuda de Mr. Thomas W. Sparson.
Los numerosos milagros que se le atribuyen en las compilaciones de textos de la época resultan de dudosa utilidad. En el condado de Fleminway se afirma que enseñó a hablar a un ciego y que, delante de una multitud enfebrecida que solía acompañarlo, allá donde fuera, devota de la fama de santero que había ido creciendo en torno a su figura, devolvió la vista a un paralítico que abandonó el lugar en su silla de ruedas.
En el Miracula Beatae Nostri Vero Temporis, conservado en la biblioteca de Copenhague como manuscrito Patt 218, encontramos más milagros y otras acciones sobrenaturales que San Wich, supuestamente, llevó a cabo durante su vida.
Destacan la curación de las heridas de un ileso y la expulsión de un grupo de sacerdotes de una Domus puellae o escuela infantil de la época. Este acontecimiento no hizo sino precipitar la caída en desgracia de San Wich quien, en juicio sumarísimo, defendió ante el tribunal eclesiástico la supresión del voto de castidad, por lo que se ganó el sobrenombre de Mixto. San Wich Mixto fue condenado a morir emparedado.
San Wich Mixto fue el menor de los siete hermanos de una familia dedicada en exclusiva a la agricultura de subsistencia que practicaba en un pequeño e inmundo caserío medio derruido en la zona norseptentrional del latifundio que en aquella zona de Gales poseía sir Nicholas G. Church, decimotercer Duque de Mamlgber, uno de los personajes más nefastos de la Baja Edad Media galesa.
Polémico desde sus primeras apariciones públicas, de las que no tenemos constancia, se sabe que San Wich abandonó a temprana edad el seno familiar para predicar la palabra de Dios siguiendo los preceptos de un misionero que llegó a tener gran fama en la región, pero del que no se han conservado escritos fiables más allá de una serie de manuscritos de dudosa atribución descubiertos hace unos años en la biblioteca personal de la viuda de Mr. Thomas W. Sparson.
Los numerosos milagros que se le atribuyen en las compilaciones de textos de la época resultan de dudosa utilidad. En el condado de Fleminway se afirma que enseñó a hablar a un ciego y que, delante de una multitud enfebrecida que solía acompañarlo, allá donde fuera, devota de la fama de santero que había ido creciendo en torno a su figura, devolvió la vista a un paralítico que abandonó el lugar en su silla de ruedas.
En el Miracula Beatae Nostri Vero Temporis, conservado en la biblioteca de Copenhague como manuscrito Patt 218, encontramos más milagros y otras acciones sobrenaturales que San Wich, supuestamente, llevó a cabo durante su vida.
Destacan la curación de las heridas de un ileso y la expulsión de un grupo de sacerdotes de una Domus puellae o escuela infantil de la época. Este acontecimiento no hizo sino precipitar la caída en desgracia de San Wich quien, en juicio sumarísimo, defendió ante el tribunal eclesiástico la supresión del voto de castidad, por lo que se ganó el sobrenombre de Mixto. San Wich Mixto fue condenado a morir emparedado.
PABLO POÓ