Hay un proverbio chino conocido de todos que nos dice que una imagen vale más que mil palabras. Esta es una verdad que habría que matizarla, en el sentido de que las imágenes tienen un valor universal; no así la lengua o idioma que es conocido por aquellos que lo han aprendido, sea en la infancia o de mayores.
Esto quiere decir, por ejemplo, que el significado que se deriva de una fotografía o del dibujo de una casa es comprendido por aquel que la contempla, independientemente del país o la cultura a la que pertenezca. Sin embargo, "casa" puede decirse "house", "maison", "haus"… en inglés, francés o alemán, términos que solo entienden quienes conocen esos idiomas o esas palabras.
Bien es cierto que la palabra hablada y el texto escrito pueden adquirir un nivel de abstracción y de complejidad que no se logra con la imagen. De todos modos, en esta ocasión no quiero entrar en el debate de la imagen versus la palabra, pues muchas veces las utilizamos de manera complementaria en mensajes que son muy habituales en el mundo digital en el que nos movemos.
Pues bien, si he realizado este pequeño preámbulo ha sido con el fin de presentar y comentar un logotipo –es decir, un diseño en el que se unen imagen y nombre– bastante sorprendente que me ha sido remitido por un joven lector para saber qué opinaba del mismo.
Antes de verlo, comenzaremos por indicar quién es su autor: se trata de un tipo llamado Neil Young, residente en Gales, zona suroeste de Gran Bretaña. Advierto que la denominación del autor puede llevar a confusión ya que coincide con el nombre y apellido con mi admirado cantante canadiense; pero nada más.
A este tipo un día se le ocurre crear una cadena de restaurantes de pollos fritos en su tierra. Idea nada original, puesto que, por un lado, tiendas de pollos fritos las hay por todos lados y, por otro, ya circula por el planeta franquicias de Kentucky Fried Chicken, esa cadena estadounidense que compite, en cierto modo, con McDonald’s y Burger King.
Por mi parte, he de indicar que jamás he pisado, ni por curiosidad, ningún establecimiento de esos que ofrecen “alitas de pollo frito” en unos cucuruchos, ya que tengo la sensación de que es engullir grasas y colesterol en cantidades industriales… Pero, en fin, cada cual tiene sus gustos.
Al tal Neil Young, sabiendo que es necesario llamar la atención en un mundo saturado de imágenes publicitarias, no se le ocurre otra cosa que ponerle el nombre de ‘Dirty Bird’ a su cadena, que traducido literalmente sería algo así como ‘Pájaro Sucio’. Una vez que tiene elegido el nombre, diseña una original cabeza de pollo para que todo el mundo identifique bien a sus tiendas.
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Una vez que conocemos el origen de esta cadena de restaurantes de comida rápida a partir de la ingesta masiva de carne de pollo, pasemos a analizar el sorprendente símbolo que la representa.
Si nos fijamos en el diseño del logotipo de Dirty Bird que aparece en estos dos cuadros, comprobamos que está formado por la unión de una ‘d’ y una ‘b’ minúsculas, ya que estas letras son las iniciales del nombre elegido. Los trazos largos de ambas letras se unen por la parte superior para configurar la cabeza del pollo.
A los trazos semicirculares inferiores de la ‘d’ y la ‘b’ les añadió unas formas quebradas, en diente de sierra, que recuerda a las plumas de las alas. Se completa la figura con un círculo con un punto en su interior para el ojo, y un pico junto a una cresta en la parte superior.
¡Estupendo! ¡Genial logotipo para anunciar una tienda de comidas de carne de pollo! ¡Aquí tenemos un original diseño que seguro llamará la atención a todo el que lo vea!
Pero… hay algo más que conviene conocer, pues mosquea un tanto el nombre elegido: ¿Dirty Bird? ¿Pollo Sucio? Algo parece que no encaja en la imagen de salida de esta nueva empresa, puesto que el nombre resulta un tanto chocante. ¿Por qué ‘Dirty Bird’ y no, por ejemplo ‘Tasty Bird’ o ‘Pollo Sabroso’?
La cuestión es que la lengua de Shakespeare, como la de Cervantes, contiene muchos argots y giros lingüísticos que los conocen los nativos o aquellos que la hayan estudiado muy a fondo, llegando a entender bien esas expresiones de tipo popular.
‘Dirty Bird’ en el argot popular inglés, especialmente en Gales, también se puede traducir en femenino, con lo que quiere decir ‘polla’, haciendo referencia al sexo masculino.
A partir de este giro lingüístico se comprende ahora el nuevo significado visual del logotipo, que en una primera mirada difícilmente se llega a captar. Nos encontramos, pues, ante un pene en erección, con sus dos ‘huevos’, cubiertos no de plumas sino de pelos, y lo que era la cresta se refiere al semen que se está eyaculando.
¿Genialidad? ¿Gamberrada? Cada uno puede decantarse por aquello que le resulta más acorde con sus propios gustos. Yo me decantaría por la síntesis de ambas: “genialidad gamberra”.
Para finalizar, amigo lector / amiga lectora, quisiera hacerte una pregunta: si algún día estuvieras por el Reino Unido de visita y, puesto que lo más normal es que lleves el dinero justo para pasar esos días, tras ver una tienda de Dirty Bird, ¿entrarías solo o acompañado de tu pareja para disfrutar de un pollo y te relamerías y te chuparías de gusto los dedos? ¿Estás preparado o preparada para ello?
Esto quiere decir, por ejemplo, que el significado que se deriva de una fotografía o del dibujo de una casa es comprendido por aquel que la contempla, independientemente del país o la cultura a la que pertenezca. Sin embargo, "casa" puede decirse "house", "maison", "haus"… en inglés, francés o alemán, términos que solo entienden quienes conocen esos idiomas o esas palabras.
Bien es cierto que la palabra hablada y el texto escrito pueden adquirir un nivel de abstracción y de complejidad que no se logra con la imagen. De todos modos, en esta ocasión no quiero entrar en el debate de la imagen versus la palabra, pues muchas veces las utilizamos de manera complementaria en mensajes que son muy habituales en el mundo digital en el que nos movemos.
Pues bien, si he realizado este pequeño preámbulo ha sido con el fin de presentar y comentar un logotipo –es decir, un diseño en el que se unen imagen y nombre– bastante sorprendente que me ha sido remitido por un joven lector para saber qué opinaba del mismo.
Antes de verlo, comenzaremos por indicar quién es su autor: se trata de un tipo llamado Neil Young, residente en Gales, zona suroeste de Gran Bretaña. Advierto que la denominación del autor puede llevar a confusión ya que coincide con el nombre y apellido con mi admirado cantante canadiense; pero nada más.
A este tipo un día se le ocurre crear una cadena de restaurantes de pollos fritos en su tierra. Idea nada original, puesto que, por un lado, tiendas de pollos fritos las hay por todos lados y, por otro, ya circula por el planeta franquicias de Kentucky Fried Chicken, esa cadena estadounidense que compite, en cierto modo, con McDonald’s y Burger King.
Por mi parte, he de indicar que jamás he pisado, ni por curiosidad, ningún establecimiento de esos que ofrecen “alitas de pollo frito” en unos cucuruchos, ya que tengo la sensación de que es engullir grasas y colesterol en cantidades industriales… Pero, en fin, cada cual tiene sus gustos.
Al tal Neil Young, sabiendo que es necesario llamar la atención en un mundo saturado de imágenes publicitarias, no se le ocurre otra cosa que ponerle el nombre de ‘Dirty Bird’ a su cadena, que traducido literalmente sería algo así como ‘Pájaro Sucio’. Una vez que tiene elegido el nombre, diseña una original cabeza de pollo para que todo el mundo identifique bien a sus tiendas.
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Una vez que conocemos el origen de esta cadena de restaurantes de comida rápida a partir de la ingesta masiva de carne de pollo, pasemos a analizar el sorprendente símbolo que la representa.
Si nos fijamos en el diseño del logotipo de Dirty Bird que aparece en estos dos cuadros, comprobamos que está formado por la unión de una ‘d’ y una ‘b’ minúsculas, ya que estas letras son las iniciales del nombre elegido. Los trazos largos de ambas letras se unen por la parte superior para configurar la cabeza del pollo.
A los trazos semicirculares inferiores de la ‘d’ y la ‘b’ les añadió unas formas quebradas, en diente de sierra, que recuerda a las plumas de las alas. Se completa la figura con un círculo con un punto en su interior para el ojo, y un pico junto a una cresta en la parte superior.
¡Estupendo! ¡Genial logotipo para anunciar una tienda de comidas de carne de pollo! ¡Aquí tenemos un original diseño que seguro llamará la atención a todo el que lo vea!
Pero… hay algo más que conviene conocer, pues mosquea un tanto el nombre elegido: ¿Dirty Bird? ¿Pollo Sucio? Algo parece que no encaja en la imagen de salida de esta nueva empresa, puesto que el nombre resulta un tanto chocante. ¿Por qué ‘Dirty Bird’ y no, por ejemplo ‘Tasty Bird’ o ‘Pollo Sabroso’?
La cuestión es que la lengua de Shakespeare, como la de Cervantes, contiene muchos argots y giros lingüísticos que los conocen los nativos o aquellos que la hayan estudiado muy a fondo, llegando a entender bien esas expresiones de tipo popular.
‘Dirty Bird’ en el argot popular inglés, especialmente en Gales, también se puede traducir en femenino, con lo que quiere decir ‘polla’, haciendo referencia al sexo masculino.
A partir de este giro lingüístico se comprende ahora el nuevo significado visual del logotipo, que en una primera mirada difícilmente se llega a captar. Nos encontramos, pues, ante un pene en erección, con sus dos ‘huevos’, cubiertos no de plumas sino de pelos, y lo que era la cresta se refiere al semen que se está eyaculando.
¿Genialidad? ¿Gamberrada? Cada uno puede decantarse por aquello que le resulta más acorde con sus propios gustos. Yo me decantaría por la síntesis de ambas: “genialidad gamberra”.
Para finalizar, amigo lector / amiga lectora, quisiera hacerte una pregunta: si algún día estuvieras por el Reino Unido de visita y, puesto que lo más normal es que lleves el dinero justo para pasar esos días, tras ver una tienda de Dirty Bird, ¿entrarías solo o acompañado de tu pareja para disfrutar de un pollo y te relamerías y te chuparías de gusto los dedos? ¿Estás preparado o preparada para ello?
AURELIANO SÁINZ