El relicario itinerante de San Juan de Ávila continúa su andadura por las diócesis españolas con motivo del Trienio Jubilar Avilista. En esta ocasión, ha visitado la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, donde ha estado presente en un encuentro sacerdotal presidido por el arzobispo Santiago García.
El encuentro comenzó con una eucaristía en el Seminario Metropolitano de San Antón, en Badajoz. En la homilía, el arzobispo relacionó la vida de San Juan de Ávila con la de San Bonifacio, misionero y mártir. Tras la misa tuvo lugar la conferencia del arzobispo general castrense, Juan del Río, miembro de la Junta “San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia”. Asimismo, las reliquias del nuevo Doctor de la Iglesia universal visitaron también el monasterio de las Clarisas de Santa Ana en Badajoz, donde se celebraron unas jornadas de oración.
El relicario de plata, que contiene el corazón y otras reliquias del patrono del clero secular español, fue concebido por el escultor cordobés Antonio Bernal y fue realizado por el orfebre Manuel Valera, uno de los joyeros más apreciados por las cofradías andaluzas. La obra representa, con gran profusión de detalles, a San Juan de Ávila mientras instruye a sus discípulos en el patio de su casa de Montilla.
El relicario, que fue bendecido en agosto de 2011 por el titular de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, acoge partes de huesos del santo –como la clavícula y el esternón–, un cálculo renal y su propio corazón, que está ubicado en la parte superior de la joya, en el interior de una nube que representa la gloria junto a una reproducción del Arca del Testamento.
Por otro lado, la parte posterior del relicario –que fue sufragado por el presbiterio diocesano de Córdoba como homenaje a su patrono– imita el arco renacentista del histórico mausoleo existente en la antigua iglesia de La Encarnación y, en ella, se recogen los nombres de sus discípulos mas destacados, bajo el conocido título de “Consejero y Maestro de Santos”.
Y es que el asceta manchego, que falleció en Montilla el 10 de mayo de 1569, fue orientador espiritual de San Francisco de Borja, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús o Fray Luis de Granada, entre otros.
Estas reliquias de San Juan de Ávila llegaron a Montilla en mayo de 2011, procedentes de Roma. Tal y como detalló entonces Demetrio Fernández, "en 1894, la Diócesis de Córdoba respondió a un requerimiento del Vaticano para extraer reliquias del sepulcro y llevarlas a Roma". Sin embargo, una vez concluidos los distintos procesos de beatificación, canonización y doctorado, se consideró oportuno devolver las reliquiasa la Basílica Pontificia enclavada en la calle Corredera.
El encuentro comenzó con una eucaristía en el Seminario Metropolitano de San Antón, en Badajoz. En la homilía, el arzobispo relacionó la vida de San Juan de Ávila con la de San Bonifacio, misionero y mártir. Tras la misa tuvo lugar la conferencia del arzobispo general castrense, Juan del Río, miembro de la Junta “San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia”. Asimismo, las reliquias del nuevo Doctor de la Iglesia universal visitaron también el monasterio de las Clarisas de Santa Ana en Badajoz, donde se celebraron unas jornadas de oración.
El relicario de plata, que contiene el corazón y otras reliquias del patrono del clero secular español, fue concebido por el escultor cordobés Antonio Bernal y fue realizado por el orfebre Manuel Valera, uno de los joyeros más apreciados por las cofradías andaluzas. La obra representa, con gran profusión de detalles, a San Juan de Ávila mientras instruye a sus discípulos en el patio de su casa de Montilla.
El relicario, que fue bendecido en agosto de 2011 por el titular de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, acoge partes de huesos del santo –como la clavícula y el esternón–, un cálculo renal y su propio corazón, que está ubicado en la parte superior de la joya, en el interior de una nube que representa la gloria junto a una reproducción del Arca del Testamento.
Por otro lado, la parte posterior del relicario –que fue sufragado por el presbiterio diocesano de Córdoba como homenaje a su patrono– imita el arco renacentista del histórico mausoleo existente en la antigua iglesia de La Encarnación y, en ella, se recogen los nombres de sus discípulos mas destacados, bajo el conocido título de “Consejero y Maestro de Santos”.
Y es que el asceta manchego, que falleció en Montilla el 10 de mayo de 1569, fue orientador espiritual de San Francisco de Borja, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús o Fray Luis de Granada, entre otros.
Estas reliquias de San Juan de Ávila llegaron a Montilla en mayo de 2011, procedentes de Roma. Tal y como detalló entonces Demetrio Fernández, "en 1894, la Diócesis de Córdoba respondió a un requerimiento del Vaticano para extraer reliquias del sepulcro y llevarlas a Roma". Sin embargo, una vez concluidos los distintos procesos de beatificación, canonización y doctorado, se consideró oportuno devolver las reliquiasa la Basílica Pontificia enclavada en la calle Corredera.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN