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El PSOE rescata a ZP

Se me escapa qué tecla interna están queriendo tocar los estrategas del PSOE, pero visto desde fuera, el sacar en procesión a Zapatero para la campaña electoral es como mentar la bicha en casa del “parao”. Y de ellos, más de 3,5 millones son “suyos”.

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Resulta como poco sorprendente que después de haberlo apartado, como si de un leproso se tratara, se pretenda ahora otorgarle cualidades de sanador. O quizás es que, en vista de los pronósticos, se agarran a lo que sea. Aunque les queme.

Porque las primeras encuestas, a falta de la más esperada, la del día 9 del CIS, son bastante desalentadoras para los socialistas. En la pugna por el primer puesto con el PP, todas vienen a coincidir en que pierden.

La distancia media es de 3 puntos y dos escaños (20-21 a 18-19) e incluso, la de El País, que en los últimos meses les había otorgado ventaja, hasta de un 29-26 por ciento de porcentaje de voto, se les revuelve y aunque por la mínima, 32,6-32,4 por ciento da vencedor también a los populares.

Pero quizás este ultimo dato, concordante en todos los sondeos, indica también un cierto cambio que empieza a apreciarse en el electorado. Tanto el PP como el PSOE recuperan algo de territorio perdido. Hace tan solo cuatro meses la suma de ambos partidos, que llegó a más de 80 por ciento en las pasadas europeas, no superaba el 55 y ahora se acerca al 65 por ciento.

Un dato que se debe tener muy en cuenta y que se contrasta de inmediato con otro. Los partidos que recogían parte de ese corrimiento de tierras del bipartidismo se estancan o tienden a la baja. Izquierda Unida, a quien los sondeos le llegaron a atribuir más de un 14 por ciento se mueve ahora entre el 10-11. Y peor aún es el caso de UPyD, al que se llegó a otorgar un 10 por ciento y que ahora se mueve sobre el 6-7 e, incluso, se llega a reducir a un 4,6 por ciento en el sondeo de El País.

Una ligera recuperación, tanto del PP –que se está consolidando en las últimas semanas en correlación con los mejores datos económicos, a los que va a sumarse los de la EPA y el paro registrado- como del PSOE, se conjuga también con la aparición de otras fuerzas que pretenden pescar en los caladeros del descontento donde calaban redes de IU por la izquierda y UPyD, tanto a babor como a estribor.

A los unos les ha salido Podemos y hasta el juez Elpidio, y a los otros Vox pero, sobre todo, Ciudadanos que, a diferencia de los grupos anteriores, sí que llega con cierto recorrido y contraste electoral acreditado en Cataluña.

De todo ello pueden extraerse, a falta de la sentencia definitiva de la urna, algunas pistas. La primera es que el bipartidismo sufre, pero no se produce un terremoto tipo Grecia, donde Syriza desplaza de manera abrumadora al PSOK, ganador en 2009 con un 36 por ciento y que ahora puede quedarse en un mísero 6 por ciento.

La segunda es que el PP aguanta y tiene visos de conseguir ser la fuerza más votada. La tercera es que IU y UPy D mejoran pero no tanto y en el caso del partido de Rosa Díez puede que la subida sea frustrante dadas las expectativas creadas. Los primeros pueden andar por los seis eurodiputados e, incluso, optar al séptimo, pero para los “magenta” cuatro ya es, a día de hoy, una cifra que quizás no alcancen.

Por último, y en cuanto a los que toman la alternativa, los únicos que parecen en disposición de cortar oreja son los de Albert Rivera, con el bien valorado Javier Nart como cabeza de cartel y en menor medida el tandem Equo-Compromís.

La batalla entre los diversos nacionalismos, CiU, PNV, ERC, Bildu, BNG repartidos en tres diferentes listas tendrá, a la vista de los resultados, mucha tela que cortar. Parece seguro que se repartirán entre todos 4 o 5 escaños, pero la duda es a cuánto tocarán. Y de quien gane o pierda puede luego haber consecuencias derivadas, sobre todo en Cataluña.

ANTONIO PÉREZ HENARES

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