Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta remitida por la investigadora montillana María Dolores Ramírez Ponferrada sobre el último comunicado hecho público por la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque y que recogió ayer en primicia este periódico. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a montilladigital@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.
Reconozco que el comunicado que ha dado el Patronato de la Fundación Manuel Ruiz Luque me ha resultado decepcionante por varios motivos. En primer lugar porque en él se dice que “al día de la fecha, la totalidad de las incidencias que se registraron durante el complejo proceso de traslado de los fondos bibliográficos que conforman la biblioteca de la Fundación Manuel Ruiz Luque están subsanadas, habiéndose cumplido todos los puntos del acuerdo de Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Montilla de fecha 9 de mayo de 2007”.
Yo tengo que decir al respecto que, en este comunicado, no se nos informa en qué momento se han resuelto esas incidencias, que hasta hace dos días quedaban por subsanar, y cuáles son las que quedan todavía por resolver.
Por otro lado, en ese Pleno Municipal de 2007, como afirma el mismo comunicado, se acordó dar de baja del inventario de investigadores (y no del inventario del contrato) 239 ejemplares (unos, porque se le regalaron a Manuel Ruiz Luque y otros, porque se dieron por perdidos).
Pues bien, en el día de hoy, 4 de enero, todavía no se han llevado a cabo esas bajas (por lo menos a las 12.00 del mediodía, cuando yo entré en el catálogo por Internet). Tampoco dicen qué ha ocurrido con los 26 libros que Manuel Ruiz Luque tiene en su casa en depósito sin, al parecer, haber cumplido con la obligación durante todos estos años de tener un seguro para cada uno de ellos.
Dicen también los integrantes del Patronato de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque en su comunicado que se reservan “el derecho a ejercer acciones legales por la publicación y difusión de comentarios y juicios de valor que no se ajustan a la realidad, así como por la publicación de datos confidenciales amparados por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal”. Me parece muy normal, todos tenemos nuestros derechos. Los montillanos también nos reservamos el nuestro a ejercer acciones legales en lo que se refiere a una serie –quiero utilizar palabras muy suaves- de “irregularidades” en la venta de la biblioteca como fueron los escandalosos cambios de libros o presuntas prevaricaciones y negligencias.
Pero bueno, como yo soy por naturaleza optimista, prefiero quedarme con lo positivo. En primer lugar, me parece importante destacar que nadie, en ese comunicado, ha negado los hechos que yo he relatado ni han afirmado que sean falsos los datos que yo estoy ofreciendo, basándome en las fuentes públicas consultadas.
Estas fuentes, como ya he dicho en otras ocasiones, las he podido consultarlas amparada en el artículo 37 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (reguladora del derecho de los ciudadanos al derecho de acceso a Archivos y Registros).
En segundo lugar, me produce también una gran satisfacción saber que la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque es consciente de la “trascendental labor que presta en el acceso, conservación y protección de materiales documentales, hemerográficos y bibliográficos fundamentales para la historia de Andalucía” y que, por ello, reitere su “compromiso con el patrimonio histórico, cultural y bibliográfico de Andalucía”. Y Montilla, no lo olvidemos, forma parte de Andalucía. Estoy segura de que, a partir de ahora, cumplirán con su obligación.
En tercer lugar me parece muy importante que el Patronato manifieste que “cualquier iniciativa relativa a los fondos o al propio funcionamiento de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, legítimamente expresada, será bienvenida por parte del Patronato que la rige y, en ese sentido, será contestada a través de sus órganos de representación”.
Para mí esto supone también una enorme alegría ya que las noticias que yo tengo es que eso, hasta ahora, no ha sido así. Cuando el cronista oficial de Montilla, D. Enrique Garramiola Prieto, intentó utilizar esos cauces en el año 2007, fracasó estrepitosamente. Ante ese precedente, y las dificultades con las que me iba encontrando, yo me he visto obligada a crear mi página de Facebook para dar a conocer mis reclamaciones. Lo que no me ha hecho disfrutar en absoluto. A partir de ahora sé con certeza que puedo utilizar otra vía: nuestra Fundación. Y así lo haré.
Finalmente, agradezco a todos nuestros representantes políticos –sin excepción- el esfuerzo que han realizado para intentar buscar una solución a este peliagudo asunto. Y, sobre todo, agradezco a D. Juan Pablo Bellido la información que ha ofrecido y está ofreciendo a través de Montilla Digital. Este medio de comunicación ha permitido que los montillanos conozcan la situación actual de la Biblioteca de la Casa de las Aguas, oyendo las voces de todos los implicados.
Creo firmemente en la democracia y creo también que la prensa es uno de los pilares que la sustenta. Sin una información objetiva el pueblo no puede tener conocimiento de los asuntos que le afectan y, sin ese conocimiento, el pueblo no puede defender su dignidad y sus derechos.
Reconozco que el comunicado que ha dado el Patronato de la Fundación Manuel Ruiz Luque me ha resultado decepcionante por varios motivos. En primer lugar porque en él se dice que “al día de la fecha, la totalidad de las incidencias que se registraron durante el complejo proceso de traslado de los fondos bibliográficos que conforman la biblioteca de la Fundación Manuel Ruiz Luque están subsanadas, habiéndose cumplido todos los puntos del acuerdo de Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Montilla de fecha 9 de mayo de 2007”.
Yo tengo que decir al respecto que, en este comunicado, no se nos informa en qué momento se han resuelto esas incidencias, que hasta hace dos días quedaban por subsanar, y cuáles son las que quedan todavía por resolver.
Por otro lado, en ese Pleno Municipal de 2007, como afirma el mismo comunicado, se acordó dar de baja del inventario de investigadores (y no del inventario del contrato) 239 ejemplares (unos, porque se le regalaron a Manuel Ruiz Luque y otros, porque se dieron por perdidos).
Pues bien, en el día de hoy, 4 de enero, todavía no se han llevado a cabo esas bajas (por lo menos a las 12.00 del mediodía, cuando yo entré en el catálogo por Internet). Tampoco dicen qué ha ocurrido con los 26 libros que Manuel Ruiz Luque tiene en su casa en depósito sin, al parecer, haber cumplido con la obligación durante todos estos años de tener un seguro para cada uno de ellos.
Dicen también los integrantes del Patronato de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque en su comunicado que se reservan “el derecho a ejercer acciones legales por la publicación y difusión de comentarios y juicios de valor que no se ajustan a la realidad, así como por la publicación de datos confidenciales amparados por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal”. Me parece muy normal, todos tenemos nuestros derechos. Los montillanos también nos reservamos el nuestro a ejercer acciones legales en lo que se refiere a una serie –quiero utilizar palabras muy suaves- de “irregularidades” en la venta de la biblioteca como fueron los escandalosos cambios de libros o presuntas prevaricaciones y negligencias.
Pero bueno, como yo soy por naturaleza optimista, prefiero quedarme con lo positivo. En primer lugar, me parece importante destacar que nadie, en ese comunicado, ha negado los hechos que yo he relatado ni han afirmado que sean falsos los datos que yo estoy ofreciendo, basándome en las fuentes públicas consultadas.
Estas fuentes, como ya he dicho en otras ocasiones, las he podido consultarlas amparada en el artículo 37 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (reguladora del derecho de los ciudadanos al derecho de acceso a Archivos y Registros).
En segundo lugar, me produce también una gran satisfacción saber que la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque es consciente de la “trascendental labor que presta en el acceso, conservación y protección de materiales documentales, hemerográficos y bibliográficos fundamentales para la historia de Andalucía” y que, por ello, reitere su “compromiso con el patrimonio histórico, cultural y bibliográfico de Andalucía”. Y Montilla, no lo olvidemos, forma parte de Andalucía. Estoy segura de que, a partir de ahora, cumplirán con su obligación.
En tercer lugar me parece muy importante que el Patronato manifieste que “cualquier iniciativa relativa a los fondos o al propio funcionamiento de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, legítimamente expresada, será bienvenida por parte del Patronato que la rige y, en ese sentido, será contestada a través de sus órganos de representación”.
Para mí esto supone también una enorme alegría ya que las noticias que yo tengo es que eso, hasta ahora, no ha sido así. Cuando el cronista oficial de Montilla, D. Enrique Garramiola Prieto, intentó utilizar esos cauces en el año 2007, fracasó estrepitosamente. Ante ese precedente, y las dificultades con las que me iba encontrando, yo me he visto obligada a crear mi página de Facebook para dar a conocer mis reclamaciones. Lo que no me ha hecho disfrutar en absoluto. A partir de ahora sé con certeza que puedo utilizar otra vía: nuestra Fundación. Y así lo haré.
Finalmente, agradezco a todos nuestros representantes políticos –sin excepción- el esfuerzo que han realizado para intentar buscar una solución a este peliagudo asunto. Y, sobre todo, agradezco a D. Juan Pablo Bellido la información que ha ofrecido y está ofreciendo a través de Montilla Digital. Este medio de comunicación ha permitido que los montillanos conozcan la situación actual de la Biblioteca de la Casa de las Aguas, oyendo las voces de todos los implicados.
Creo firmemente en la democracia y creo también que la prensa es uno de los pilares que la sustenta. Sin una información objetiva el pueblo no puede tener conocimiento de los asuntos que le afectan y, sin ese conocimiento, el pueblo no puede defender su dignidad y sus derechos.
MARÍA DOLORES RAMÍREZ PONFERRADA