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Consumo, luego existo

Esta frase estaba pintada en la fachada de una de las calles más ricas de mi ciudad. Y me ha hecho pensar. Desde niña me ha llamado la atención que estuviéramos preocupados por el origen del universo y por si hay vida en Marte, cuando a lo mejor el telescopio debería mirar hacia África o hacia algunas de las zonas del mundo donde mucha gente pasa hambre y muere de resfriados. Eso sí sería una gran conquista de la humanidad: conseguir un equilibrio en el planeta, entre su gente y los recursos. Sinceramente, a mí me da igual si hay marcianos o no.

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Sé que pensarán que soy una idealista, pero es que creo que en este momento, todos y todas debemos reflexionar hacia dónde vamos. Hacia dónde va nuestra sociedad, la española, la europea, la occidental... Antes de que sea tarde.

El sistema actual se basa en el consumo, pero ¿en qué clase de consumo? Yo he visto a una madre, de profesión limpiadora, hacer horas y horas para pagarle unas botas de marca a su hija. Que conste que no es una crítica, que yo también me meto dentro del saco de los consumidores absurdos o consumidores idiotizados.

Las botas están hechas en China o en algún país donde la gente trabaja en régimen de semi-esclavitud, pero tienen un simbolito que hace que nos sintamos bien. Más que bien, dentro de la manada. No es lo mismo llevar unos vaqueros sin marca, que con marca. Eso es lo que nos ha enseñado el capitalismo salvaje.

El problema es que, en la actualidad, eso es inviable; tenemos que volver a lo importante, a lo fundamental. Y lo importante es comer, tener un techo bajo el que dormir y poder vestirse.

Me da mucha pena comprobar cómo hay gente que sigue viviendo como si nada ocurriera. No soy negativa, pero de este “hoyo” no vamos a salir a corto plazo ni con facilidad. Sobre todo porque aquí no se ha tomado ni una medida para estimular la economía y se sigue pidiendo dinero a los mercados.

Nos están hipotecando, están hipotecando nuestro futuro, y no hay posibilidad de que nos vayan a perdonar la deuda. Creen que somos tontos. “Ya se creará empleo”. Me encantaría poder preguntarle al ministro de Economía: ¿cómo, si están hundiendo el consumo y la producción de las empresas?

Esta gente no es que piensen en el corto plazo que en Economía se entiende como un plazo de alrededor de un año. Piensan en ya, en este momento. Y nos sacrifican a todos para no tener déficit.

Lo que quiero que quede muy claro es que los recortes en Sanidad y Educación no eran necesarios. Repito: no eran necesarios. Se puede recortar de muchos sitios: empresas públicas, altos cargos, Administraciones locales, etc. Pero este Gobierno cree en el modelo americano del "sálvese quién pueda" y en el que "todo es privado". Y me temo que eso lo vamos a pagar todos.

Nuestro país, hace unos años, era uno de los mejores del mundo para vivir por la elevada clase media que tenía. Pero eso ha desaparecido: las desigualdades sociales han crecido de una manera alarmante.

Esto quiere decir que cada vez hay más dinero en manos de los ricos y, a su vez, cada vez hay más pobres. Porque a lo mejor usted tiene la suerte de vivir todavía en la clase media, pero hay mucha gente que ha bajado a la clase baja.

Y en España hay una gran cantidad de personas que pasa hambre y eso se ve muy bien en las grandes ciudades. Los comedores de beneficencia están saturados y ya no se ve al indigente de la calle. También se ve a familias que hasta hace poco tenían trabajo y una casa, y ahora no tienen nada.

Por cierto: ¡gracias por la Reforma Laboral y por hacer tan fácil el despido y el sometimiento total del trabajador a la voluntad del empresario! Esto ha hecho que las colas del paro aumenten.

Aparte de lo doloroso que es saber que la gente lo pasa mal para cualquier persona sensible, esto va a traer inseguridad. Si alguien ha estado en Estado Unidos lo habrá visto: miles de personas viviendo en la calle sin nada y algunas violentas. Si ha estado en el paraíso artificial de la isla de Manhattan no habrá podido verlo. La inseguridad es normal: la gente no se va a quedar llorando y esperando.

He leído que hay niños que pegan a sus padres porque con la crisis no les pueden comprar el último videojuego, el móvil que quieren... A esto me refería con volver a lo fundamental. Necesitamos un cambio de valores, desde abajo, desde las familias, haciéndole ver a los niños que otro mundo es posible: que a lo mejor no tienen móvil, pero sus padres los llevan a jugar al parque los domingos y ven la naturaleza.

A lo mejor también podíamos enseñarles a nuestros hijos que hay gente que sufre y lo pasa mal. Me temo que ellos no van a tener el sistema protector que tan poco tiempo hemos disfrutado en España. Es mejor prepararlos para las frustraciones futuras. Algunos padres creen que les hacen un favor protegiéndolos.

Los adultos tenemos que cambiar en los hábitos de consumo y pensar un poco en el futuro. No soy ejemplo de nada, ni de nadie. Pero ya me he puesto en contacto con una pequeña agricultora a la que le compro productos directamente. Hoy he quedado para recoger mi encargo: huevos, patatas y puerros. Ella me ayuda a comer bien y yo la ayudo haciendo que no tenga que cobrar menos por su trabajo, pagando a intermediarios.

Otro consejo, y va dirigido a quien pueda. Ahorrar, es lo que toca. Y si tiene tiempo, trabaje de voluntario. Vamos a ayudar a los que están cerca, a nuestro entorno. Yo estoy convencida de que el cambio tiene que venir desde abajo. Ya hemos visto que los de arriba nunca miran hacia nosotros: pienso que ni nos ven, ni les interesa vernos.

Me encantaría que me escribieseis cosas que hacéis para conseguir que dentro de nuestra parcelita, algo mejore. No penséis que me he vuelto tonta. Es que como siga mirando hacia arriba viendo las barbaridades que hacen, me voy a poner enferma. Y eso no es bueno.

MARÍA JESÚS SÁNCHEZ A.
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