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Contra el parón académico

Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta dirigida por un lector de la página acerca de las protestas que se están llevando a cabo en España contra los recortes educativos, entre las que destaca el paro académico aprobado en la Universidad de Sevilla tras la celebración de asambleas masivas en los 25 centros de la Hispalense. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a nuestra dirección montilladigital@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

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FOTO: http://www.notonidas.com/

Estimados compañeros: por mayoría se aprobó hace unos días un parón académico de dos semanas que impide el normal desarrollo de las clases en la Universidad de Sevilla. Muchos lo votaron porque consideraron que era una opción para oponerse a los recortes. Otros, la mayoría, por otros motivos que expondré más adelante. Sin embargo, yo os digo que el parón es un error.

La mayor parte del alumnado está de acuerdo con que es necesario oponerse a los recortes que ha decretado el Gobierno en materia de educación y, por ello, algunos solicitan acción. Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. No podemos permanecer pasivos. Hay que defender las ruinas del difunto Estado del Bienestar. Sin embargo, esta no es forma de hacerlo.

En primer lugar, habría que plantear cuál es su objetivo. En principio, es perjudicar a los que han provocado esta situación. Para decir lo mal que se está uno busca a mami, papi, nuestro hermanito o hermanita, un cura o al camarero que te pone las tapas en el bar. No te vas a la calle para decir que lo que están haciendo está feo.

Por ello, ¿realmente afecta a los que nos están perjudicando el parón? No, nos afecta a nosotros, tanto a nivel académico como a nivel de imagen. Son lecciones que dejamos de aprender, aparte de una imagen muy negativa que se va a dar del estudiante.

El estudiante estudia. Si para reivindicar la Educación Pública voluntariamente le damos la espalda, mal vamos. Por no contar con una minoría que no está de acuerdo con el parón, que ha pagado una matrícula o tiene una beca ganada por méritos propios, que va a dejar de recibir clases.

La movilización estudiantil debe ser algo voluntario a nivel individual. Sin embargo, es injustificable obligar a otras personas a hacer lo que no desea. Una cosa es la solidaridad y otra, la imposición.

Por otro lado, ¿de verdad las distintas asambleas celebradas en las distintas facultades y escuelas de la Universidad de Sevilla estaban votando sí al parón? ¿O sí a dos semanas de vacaciones o de estudio con recorte de temario? Si hay suerte, solo el veinte por ciento -y soy optimista- de los que votaron a favor del parón estarán en las movilizaciones que se organizarán durante esta.

El Estado de Bienestar ha sido asesinado delante de nuestras narices. Para resucitarlo es necesaria la acción. Un parón de estas características solo fomenta la pasividad. Los culpables de esta situación han sido el autoritarismo financiero y la falta de valores. La estructura política se arrodilla ante la financiera, y eso ha llevado a los recortes en Educación y Sanidad.

A Bankia se le va a dar más dinero –y si no, al tiempo-, de lo que se ha recortado en Sanidad. ¿Por qué? ¿Y por qué se acepta con tanta pasividad? Ahí empezamos a hablar de la "crisis de valores", que para ser bien abordada requeriría todo un libro.

¿Puede un parón universitario cambiar una de estas dos cuestiones? No. El objetivo final debe ser que la estructura política ponga cortapisas a la estructura financiera. Ya se hizo una vez, en Estados Unidos.

En 1933, tras la Crisis de 1929 y la Gran Depresión, en 1933 se prohibió a los bancos que pudieran usar los depósitos de sus clientes en el mercado de valores. Fue a través de la Ley Glass-Steagall. Fue muy criticado en los años setenta –cuando comienza el movimiento neoliberal- y fue abolido en 1999. Por tanto, ni es imposible ni es una utopía este control, aunque solo sea parcial.

¿Qué alternativas hay al parón? Es una pregunta importante. Quejarse por quejarse no sirve de nada, y solo es habladuría. Pues bien. Hay muchas opciones. ¿Quieres que el poder político te escuche? Ponte a dar clases en la puerta del Parlamento andaluz, en la de los ayuntamientos, en los lugares donde se sepa que va a haber eventos públicos. Todos reciben su clase, y se sirve al propósito (salvo las clases prácticas, claro está, que deberán darse en el centro).

Si se quiere ser contundente: toca el bolsillo. Los franceses nos han dado ya lecciones sobre esto. Cuando les dijeron que iban a subir la edad de jubilación a los 65 años tuvieron el valor de tomar las gasolineras.

¿Es ilegal? Puede, no lo sé. Lo que sí sé es que el término "legal" no es sinónimo de "justo". Lo que sé es que lo mejor que le ha podido pasar al autoritarismo financiero es la difusión de la hazaña de Gandhi. Ahora todo debe ser pacífico y por las buenas. Y si no sirve para nada, pues al menos se intentó. La Historia no se ha escrito con palabras dulces ni huelgas de hambre.

Por todo ello, me opongo al parón y defiendo otras formas de movilización. Esto no significa que se fastidie a los compañeros yendo a clase, pues ya se ha votado. Pero sí que al menos aparezca un debate crítico y sensato, y que no se trate simplemente de votar por un monosílabo. ¡Que empiece un debate respetuoso y sensato basado en argumentos!

RAFAEL S. ESCOBAR
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