Hay muchas fechas a lo largo del año establecidas para conmemorar eventos felices, como el Día de la Madre o del Padre, que nacen al socaire de la necesidad de incrementar ventas por parte del comercio. Hay otras efemérides establecidas para recordarnos la mala situación que está pasando una parte de la población, como la infancia, o por culpa de enfermedades varias como el cáncer o el sida.
Iniciativas como las que acabo de hacer referencia están muy bien y vienen a hacernos memoria de la necesidad de intervenir en un determinado sentido, llámese "cáncer", "leer" o "preocupación por el medio ambiente".
El Día del Libro es una de esas tantas llamadas dedicadas a conmemorar, en este caso, la importancia que tiene la lectura. Existe también un Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra el 2 de abril de cada año. Sin embargo, este evento, nacido en 1967 y promovido a instancias de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) con el deseo de incentivar la lectura entre los más pequeños, pasa desapercibido.
Hoy, Día Internacional del Libro, quiero dedicar esta columna a la lectura como arma cargada de imaginación, fantasía, curiosidad, creatividad, aprendizaje, enriquecimiento personal, ilusión, capacidad de observación, ensoñación, admiración, educación… En fin, la lectura potencia nuestra libertad.
Leer: esa actividad enriquecedora, gratificante que nos perfila horizontes mentales, que nos abre ventanas a otros mundos reales o inventados. Los más veteranos en edad puede que recuerden las aventuras plasmadas por Julio Verne o las de Tom Sawyer. Los más jóvenes han podido vibrar con la saga de Harry Potter o con otros títulos de los muchos que existen en el mercado. Lo importante era “engancharse” a la lectura.
La mayoría de nosotros aprendemos a través de un largo proceso de “mímesis” en el que los patrones de los mayores, sobre todo de los padres, son básicamente decisivos e influyentes.
Somos moldeados desde la influencia exterior próxima a nosotros. El niño imita y repite formas de comportarse del padre, pongo por caso, a la hora de conducir o portarse ante la pantalla a la vista de un partido de futbol. La niña tiende, por lo general, a repetir patrones absorbidos de la madre. No estoy haciendo un comentario machista-feminista al poner estos ejemplos simples de tipos de comportamiento. En términos generales, digamos que los niños y las niñas hacen y repiten lo que ven.
En el caso de la lectura también ocurre de idéntica manera: los padres leen y los hijos terminan por imitarlos. Por eso es importantísimo que desde la familia transmitamos ejemplos de lectura.
La lectura es de un calado importante en sus vidas. Un libro nos transporta a lugares imaginarios, en el caso de los cuentos o los relatos de viajes, abre horizontes por recorrer.
Despertar la imaginación es una sana terapia para nuestros hijos. La fantasía ayuda a viajar mentalmente, a evadirnos de una realidad que a veces puede ser opresiva. Soy consciente de que es difícil hacerle la contra a la tele o a los videojuegos. No estoy en contra de este tipo de actividad pero sí que es necesario dosificarla. En muchos casos, televisor y consola se han convertido en la “chacha” mecánica para entretener a nuestros hijos y que así nos dejen en paz.
Dicen los expertos que somos un país que leemos muy poco, tanto de pequeños como de mayores. El cambiar la tendencia está a nuestro alcance. Sobre todo los lectores que tengan hijos en edad escolar está en sus manos introducirlos y animarlos a leer.
¿Cómo? Compartiendo un tiempo de lectura con ellos; pidiéndoles que nos cuenten lo que han leído. Leerles un libro o hacer que nos lo lean ellos es otro posible truco para introducirlos en el mundo mágico de las palabras. Esta actividad, reconozco que requiere tiempo...
Un libro es un amigo que disfruta con nuestra compañía y nos añora cuando estamos lejos de él. Abrir la puerta de los libros es una oportunidad para progresar emocional e intelectualmente. El hábito de la lectura no se improvisa. A leer se aprende leyendo y enamorándose de los libros.
Leer no es un capricho de ricos económicamente hablando. Leer es una necesidad, me atrevería a decir que más imperiosa aún si cabe, entre los menos favorecidos por la fortuna. Porque leer es adquirir cultura y la cultura nos abre horizontes, nos acerca a otras formas de ver el mundo existente más allá de nuestros ombligos.
Me refiero a la lectura como placer no como castigo impuesto desde fuera. Leer es un derecho al que no debemos renunciar. Pero ¡estamos tan cansados al final del día! que se hace muy duro, por no decir imposible, dedicar un rato de nuestro tiempo a esos menesteres.
La persona que no lee es incapaz de ver más allá de sus narices. Leer da vocabulario necesario a la hora de poder departir con los demás, nos dota de puntos de vista para afianzar opiniones y pulir nuestros argumentos básicos para dialogar con los próximos a nosotros. Leer nos ayuda a crecer, a la par que nos permite empatizar con los demás, compartir emociones y entender al otro.
Por la lectura se aprenden valores, normas, pautas de comportamiento, se interiorizan sentimientos. El conocimiento adquirido por los libros nos permite evolucionar hacia estadios superiores de crecimiento personal. En definitiva leer es estar informado y la información es poder.
Comparto con todos vosotros algunas páginas de Internet relacionadas con la lectura tanto infantil-juvenil como para mayores. La curiosidad y/o la exploración de cada uno de los lectores podrá ampliar este botón de muestra que humildemente ofrezco como mi particular homenaje al Día Internacional del Libro.
Más que un prontuario indicativo, esto se me ha convertido casi en una “tienda” de Internet y, por ello, puede resultar algo tediosa. Pido disculpas ya que mi intención era brindar materiales para que seamos capaces de engolosinar a nuestros hijos a leer y, de paso, engancharnos nosotros.
¡Un ejemplo vale más que mil palabras! Aunque algunas direcciones puedan ser comerciales, no tengo ganancias de ningún tipo en ellas. Pretendo solamente informar. Con un breve comentario ofrezco una lista de direcciones para pequeños y mayores.
Biblioteca de aula: página dedicada a introducirnos en la lectura comprensiva. Ofrece una colección de quince relatos con actividad escolar. Me ha parecido interesante.
Página de lectura comprensiva del Gobierno de Canarias.
Pagina de cuentos etiológicos (“estudio sobre las causas de las cosas”) realizados por escolares de primaria, dando sencillas claves del porqué de determinados hechos.
Club de Lectura: los clubes de lectura pueden ser una forma de comprometerse a leer.
Club Kirico: ofrece una amplia gama de libros infantiles de ahora y de antes, muchos de ellos clasificados por edades.
Biblioteca Provincial de Huelva: hace referencia a lo que es un club de lectura y ofrece un listado de obras.
Leer.es: “pretende transmitir el entusiasmo por la lectura y animar a su práctica, así como aportar materiales y consejos para los docentes y las familias”.
Webcast de formación: ofrece opiniones sobre la lectura, dadas desde la familia.
Club de lectura de la Universidad de La Laguna.
El Club de Lectura de 'A vivir'.
Club de Lectura
Club de Lectura Infantil y Juvenil
El placer de la lectura: ofrece información y reseñas de diversos libros.
Aplicaciones didácticas: aporta recursos escolares en distintas áreas. En valores deja que desear.
Lectura comprensiva: ofrecen recursos para profesores.
Juegos educativos interactivos en línea
Menudas Lecturas
Iniciativas como las que acabo de hacer referencia están muy bien y vienen a hacernos memoria de la necesidad de intervenir en un determinado sentido, llámese "cáncer", "leer" o "preocupación por el medio ambiente".
El Día del Libro es una de esas tantas llamadas dedicadas a conmemorar, en este caso, la importancia que tiene la lectura. Existe también un Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra el 2 de abril de cada año. Sin embargo, este evento, nacido en 1967 y promovido a instancias de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) con el deseo de incentivar la lectura entre los más pequeños, pasa desapercibido.
Hoy, Día Internacional del Libro, quiero dedicar esta columna a la lectura como arma cargada de imaginación, fantasía, curiosidad, creatividad, aprendizaje, enriquecimiento personal, ilusión, capacidad de observación, ensoñación, admiración, educación… En fin, la lectura potencia nuestra libertad.
Leer: esa actividad enriquecedora, gratificante que nos perfila horizontes mentales, que nos abre ventanas a otros mundos reales o inventados. Los más veteranos en edad puede que recuerden las aventuras plasmadas por Julio Verne o las de Tom Sawyer. Los más jóvenes han podido vibrar con la saga de Harry Potter o con otros títulos de los muchos que existen en el mercado. Lo importante era “engancharse” a la lectura.
La mayoría de nosotros aprendemos a través de un largo proceso de “mímesis” en el que los patrones de los mayores, sobre todo de los padres, son básicamente decisivos e influyentes.
Somos moldeados desde la influencia exterior próxima a nosotros. El niño imita y repite formas de comportarse del padre, pongo por caso, a la hora de conducir o portarse ante la pantalla a la vista de un partido de futbol. La niña tiende, por lo general, a repetir patrones absorbidos de la madre. No estoy haciendo un comentario machista-feminista al poner estos ejemplos simples de tipos de comportamiento. En términos generales, digamos que los niños y las niñas hacen y repiten lo que ven.
En el caso de la lectura también ocurre de idéntica manera: los padres leen y los hijos terminan por imitarlos. Por eso es importantísimo que desde la familia transmitamos ejemplos de lectura.
La lectura es de un calado importante en sus vidas. Un libro nos transporta a lugares imaginarios, en el caso de los cuentos o los relatos de viajes, abre horizontes por recorrer.
Despertar la imaginación es una sana terapia para nuestros hijos. La fantasía ayuda a viajar mentalmente, a evadirnos de una realidad que a veces puede ser opresiva. Soy consciente de que es difícil hacerle la contra a la tele o a los videojuegos. No estoy en contra de este tipo de actividad pero sí que es necesario dosificarla. En muchos casos, televisor y consola se han convertido en la “chacha” mecánica para entretener a nuestros hijos y que así nos dejen en paz.
Dicen los expertos que somos un país que leemos muy poco, tanto de pequeños como de mayores. El cambiar la tendencia está a nuestro alcance. Sobre todo los lectores que tengan hijos en edad escolar está en sus manos introducirlos y animarlos a leer.
¿Cómo? Compartiendo un tiempo de lectura con ellos; pidiéndoles que nos cuenten lo que han leído. Leerles un libro o hacer que nos lo lean ellos es otro posible truco para introducirlos en el mundo mágico de las palabras. Esta actividad, reconozco que requiere tiempo...
Un libro es un amigo que disfruta con nuestra compañía y nos añora cuando estamos lejos de él. Abrir la puerta de los libros es una oportunidad para progresar emocional e intelectualmente. El hábito de la lectura no se improvisa. A leer se aprende leyendo y enamorándose de los libros.
Leer no es un capricho de ricos económicamente hablando. Leer es una necesidad, me atrevería a decir que más imperiosa aún si cabe, entre los menos favorecidos por la fortuna. Porque leer es adquirir cultura y la cultura nos abre horizontes, nos acerca a otras formas de ver el mundo existente más allá de nuestros ombligos.
Me refiero a la lectura como placer no como castigo impuesto desde fuera. Leer es un derecho al que no debemos renunciar. Pero ¡estamos tan cansados al final del día! que se hace muy duro, por no decir imposible, dedicar un rato de nuestro tiempo a esos menesteres.
La persona que no lee es incapaz de ver más allá de sus narices. Leer da vocabulario necesario a la hora de poder departir con los demás, nos dota de puntos de vista para afianzar opiniones y pulir nuestros argumentos básicos para dialogar con los próximos a nosotros. Leer nos ayuda a crecer, a la par que nos permite empatizar con los demás, compartir emociones y entender al otro.
Por la lectura se aprenden valores, normas, pautas de comportamiento, se interiorizan sentimientos. El conocimiento adquirido por los libros nos permite evolucionar hacia estadios superiores de crecimiento personal. En definitiva leer es estar informado y la información es poder.
Algunos enlaces de interés
Comparto con todos vosotros algunas páginas de Internet relacionadas con la lectura tanto infantil-juvenil como para mayores. La curiosidad y/o la exploración de cada uno de los lectores podrá ampliar este botón de muestra que humildemente ofrezco como mi particular homenaje al Día Internacional del Libro.
Más que un prontuario indicativo, esto se me ha convertido casi en una “tienda” de Internet y, por ello, puede resultar algo tediosa. Pido disculpas ya que mi intención era brindar materiales para que seamos capaces de engolosinar a nuestros hijos a leer y, de paso, engancharnos nosotros.
¡Un ejemplo vale más que mil palabras! Aunque algunas direcciones puedan ser comerciales, no tengo ganancias de ningún tipo en ellas. Pretendo solamente informar. Con un breve comentario ofrezco una lista de direcciones para pequeños y mayores.
Biblioteca de aula: página dedicada a introducirnos en la lectura comprensiva. Ofrece una colección de quince relatos con actividad escolar. Me ha parecido interesante.
Página de lectura comprensiva del Gobierno de Canarias.
Pagina de cuentos etiológicos (“estudio sobre las causas de las cosas”) realizados por escolares de primaria, dando sencillas claves del porqué de determinados hechos.
Club de Lectura: los clubes de lectura pueden ser una forma de comprometerse a leer.
Club Kirico: ofrece una amplia gama de libros infantiles de ahora y de antes, muchos de ellos clasificados por edades.
Biblioteca Provincial de Huelva: hace referencia a lo que es un club de lectura y ofrece un listado de obras.
Leer.es: “pretende transmitir el entusiasmo por la lectura y animar a su práctica, así como aportar materiales y consejos para los docentes y las familias”.
Webcast de formación: ofrece opiniones sobre la lectura, dadas desde la familia.
Club de lectura de la Universidad de La Laguna.
El Club de Lectura de 'A vivir'.
Club de Lectura
Club de Lectura Infantil y Juvenil
El placer de la lectura: ofrece información y reseñas de diversos libros.
Aplicaciones didácticas: aporta recursos escolares en distintas áreas. En valores deja que desear.
Lectura comprensiva: ofrecen recursos para profesores.
Juegos educativos interactivos en línea
Menudas Lecturas
PEPE CANTILLO