Qué interesante está siendo esta campaña electoral y, más allá, este inicio de Legislatura en la que parece que algunos se han olvidado por completo de que han gobernado durante ocho años sin conseguir ni un solo resultado positivo. Ahora resulta que la situación económica es toda culpa de Mariano Rajoy y de sus ministros, por no hablar de los presidentes de las distintas comunidades autónomas.
Aun siendo cierto que muchas comunidades gobernadas por el PP han cometido los mismos excesos que las gobernadas por lo socialistas, no hay que dejar pasar por alto un dato importante: en esas comunidades, al menos, los excesos han servido para situar a Madrid o Valencia a la cabeza de España. Justo como aquí, en Andalucía, pero al contrario, o sea.
En el momento de escribir esta columna, acabo de recibir en mi domicilio la propaganda electoral del PSOE y la de Izquierda Unida (IU). La de IU es sumamente interesante, mas no por el contenido, sino por la foto del cabeza de lista por Cádiz: aparece perfectamente trajeado y con corbata. ¿Una premonición del posible pacto si el Partido Popular se queda a uno o dos escaños de la mayoría absoluta?
Por su parte, la de "Pepe" Griñán –hay que ver estos políticos cómo se hacen pasar por amigos nuestros de toda la vida en cuanto llega la hora de pedir el voto- es un homenaje a la caradura. Y me explico.
Lo primero es el lema de campaña: "Por el camino seguro". La pregunta, por obvia, se hace casi innecesaria: ¿hacia donde? ¿Hacia la N-ésima modernización? ¿Hacia el millón ochocientos mil desempleados?
Añade "Pepe" que juntos hemos llegado hasta aquí. ¿A quién se refiere con lo de "juntos", ahora que se conoce –oficialmente, porque los que trabajamos en esto de la gestión de empresas ya lo conocíamos hace años- el cachondeo de la concesión de ayudas y préstamos participativos a empresas de amiguetes?
Suponiendo que la carta vaya dirigida a los excargos socialistas en cualesquiera Administración o empresa pública, se entiende. Pero si se dirige, por ejemplo, al millón largo de parados andaluces, me temo que la respuesta habría de ser algo más fuerte que la cacerolada esa que propone la chica que coordina la campaña electoral en Canal Sur y que, por supuesto, va dirigida contra el PP.
Sigue "Pepe" hablando de las apuestas del PSOE sobre el Estado del Bienestar, la sanidad o la educación. He tenido que pararme a tomar aire para evitar la arcada.
La desvergüenza que se infiere de la comparación de la propaganda y las promesas –por un lado- y los resultados obtenidos a lo largo de treinta años de caciquismo socialista absoluto y generalizado me hace pensar que lo mejor que podría hacer el PSOE en estas elecciones, si efectivamente fueran gente honesta y seria, sería retirarse de las mismas.
A estas alturas, nadie debería creer una sola palabra de los gobernantes que han perpetuado durante estos treinta años la situación extrema de incultura, pobreza, ignorancia y desidia que padece Andalucía.
Los mismos que se han gastado el dinero destinado a la creación de empleo en financiar empresas que cerraban a la semana de haber recibido sus cuantiosas subvenciones, no pueden hablar, aquí y ahora, de Estado del Bienestar.
Los mismos que han hecho del sistema público de salud un desastre organizativo y económico –directamente proporcional a la calidad de la inmensa mayoría del personal sanitario- no pueden prometer una Sanidad de calidad.
Estos que se han gastado millonadas en portátiles para que niños de 10 años se enganchen al Tuenti y que, al mismo tiempo, consienten que haya profesores que dicen “venéis” no están legitimados para hablar de educación pública de calidad.
Y, por supuesto, los que han llevado a Andalucía a la cifra récord de paro que sufre en estos días no pueden hablar de creación de empleo, ni de emprendedores. No tienen derecho ni legitimidad. Por Dios, es como si Kiko Matamoros quisiera darnos cursos de autoayuda.
Aun siendo cierto que muchas comunidades gobernadas por el PP han cometido los mismos excesos que las gobernadas por lo socialistas, no hay que dejar pasar por alto un dato importante: en esas comunidades, al menos, los excesos han servido para situar a Madrid o Valencia a la cabeza de España. Justo como aquí, en Andalucía, pero al contrario, o sea.
En el momento de escribir esta columna, acabo de recibir en mi domicilio la propaganda electoral del PSOE y la de Izquierda Unida (IU). La de IU es sumamente interesante, mas no por el contenido, sino por la foto del cabeza de lista por Cádiz: aparece perfectamente trajeado y con corbata. ¿Una premonición del posible pacto si el Partido Popular se queda a uno o dos escaños de la mayoría absoluta?
Por su parte, la de "Pepe" Griñán –hay que ver estos políticos cómo se hacen pasar por amigos nuestros de toda la vida en cuanto llega la hora de pedir el voto- es un homenaje a la caradura. Y me explico.
Lo primero es el lema de campaña: "Por el camino seguro". La pregunta, por obvia, se hace casi innecesaria: ¿hacia donde? ¿Hacia la N-ésima modernización? ¿Hacia el millón ochocientos mil desempleados?
Añade "Pepe" que juntos hemos llegado hasta aquí. ¿A quién se refiere con lo de "juntos", ahora que se conoce –oficialmente, porque los que trabajamos en esto de la gestión de empresas ya lo conocíamos hace años- el cachondeo de la concesión de ayudas y préstamos participativos a empresas de amiguetes?
Suponiendo que la carta vaya dirigida a los excargos socialistas en cualesquiera Administración o empresa pública, se entiende. Pero si se dirige, por ejemplo, al millón largo de parados andaluces, me temo que la respuesta habría de ser algo más fuerte que la cacerolada esa que propone la chica que coordina la campaña electoral en Canal Sur y que, por supuesto, va dirigida contra el PP.
Sigue "Pepe" hablando de las apuestas del PSOE sobre el Estado del Bienestar, la sanidad o la educación. He tenido que pararme a tomar aire para evitar la arcada.
La desvergüenza que se infiere de la comparación de la propaganda y las promesas –por un lado- y los resultados obtenidos a lo largo de treinta años de caciquismo socialista absoluto y generalizado me hace pensar que lo mejor que podría hacer el PSOE en estas elecciones, si efectivamente fueran gente honesta y seria, sería retirarse de las mismas.
A estas alturas, nadie debería creer una sola palabra de los gobernantes que han perpetuado durante estos treinta años la situación extrema de incultura, pobreza, ignorancia y desidia que padece Andalucía.
Los mismos que se han gastado el dinero destinado a la creación de empleo en financiar empresas que cerraban a la semana de haber recibido sus cuantiosas subvenciones, no pueden hablar, aquí y ahora, de Estado del Bienestar.
Los mismos que han hecho del sistema público de salud un desastre organizativo y económico –directamente proporcional a la calidad de la inmensa mayoría del personal sanitario- no pueden prometer una Sanidad de calidad.
Estos que se han gastado millonadas en portátiles para que niños de 10 años se enganchen al Tuenti y que, al mismo tiempo, consienten que haya profesores que dicen “venéis” no están legitimados para hablar de educación pública de calidad.
Y, por supuesto, los que han llevado a Andalucía a la cifra récord de paro que sufre en estos días no pueden hablar de creación de empleo, ni de emprendedores. No tienen derecho ni legitimidad. Por Dios, es como si Kiko Matamoros quisiera darnos cursos de autoayuda.
MARIO J. HURTADO