Un año más o un año menos, según se mire. Y no corren, precisamente, buenos tiempos para la lírica. Estamos atrapados en un laberinto que no premia la honestidad ni el esfuerzo, que ridiculiza la justicia y que abandona a la cola de atrás a los que nacieron encerrados en las murallas de la pobreza.
Los agoreros han ganado demasiadas batallas en esta guerra que libramos, pero la utopía no ha perdido vigencia. No puede cancelarse el sueño de edificar una sociedad donde los de siempre no sigan perdiendo contra los mismos. Existe un mundo más amable, qué duda cabe.
No hay nada perdido. Sólo se pierde lo que se abandona, lo que no se lucha. Somos muchos más hombres y mujeres los que soñamos con construir espacios de ternura y de humanismo, que los que sólo se sueñan a sí mismos. Y además, somos mejores.
Que sigáis en la brecha de la utopía en 2011 y que encontréis el secreto de la felicidad, además de hallar instantes para el crecimiento. La vida es lo único que no se detiene si te paras. Nos alumbra la esperanza. ¡Suerte!
Los agoreros han ganado demasiadas batallas en esta guerra que libramos, pero la utopía no ha perdido vigencia. No puede cancelarse el sueño de edificar una sociedad donde los de siempre no sigan perdiendo contra los mismos. Existe un mundo más amable, qué duda cabe.
No hay nada perdido. Sólo se pierde lo que se abandona, lo que no se lucha. Somos muchos más hombres y mujeres los que soñamos con construir espacios de ternura y de humanismo, que los que sólo se sueñan a sí mismos. Y además, somos mejores.
Que sigáis en la brecha de la utopía en 2011 y que encontréis el secreto de la felicidad, además de hallar instantes para el crecimiento. La vida es lo único que no se detiene si te paras. Nos alumbra la esperanza. ¡Suerte!
RAÚL SOLÍS