Antonio Carpio Quintero cuenta desde anoche con un edificio municipal en su honor. La Casa de la Juventud –desde ayer, Centro Cultural "Alcalde Antonio Carpio"– fue el escenario elegido por el Ayuntamiento de Montilla para celebrar un emotivo acto que sirvió para reconocer "la labor política y personal" de un vecino de Castro del Río "que decidió hacerse montillano y dar parte de su vida por mejorar la ciudad".
La iniciativa para homenajear a Antonio Carpio fue puesta en marcha a instancias de la Asamblea Local de Izquierda Unida y logró sumar cerca de 3.300 firmas de colectivos y vecinos a título individual, además del apoyo unánime de la actual Corporación Municipal que, el pasado mes de junio, acordó brindar un reconocimiento público a la trayectoria política y personal de quien fue alcalde de Montilla entre 1995 y 2007.
Con el apoyo de cerca de 3.300 firmas de colectivos y vecinos a título individual, la viuda del exregidor, Soledad Pérez, recibió anoche, junto a su hijo Lucas, el título de Hijo Adoptivo de Montilla a título póstumo. "Su labor ha sido reconocida por montillanos e instituciones por ser una persona de amplio consenso que consiguió proyectos de gran importancia para la ciudad", argumentó el teniente de alcalde de Bienestar Social, Francisco Lucena, instructor del expediente que ha hecho posible esta distinción, para defender la idoneidad de denominar el edificio de Ronda de Curtidores con el nombre del exalcalde "por ser un amante de la cultura en todas sus manifestaciones y por su apoyo importante a los jóvenes".
"En su condición de alcalde demostró sus valores humanos y su compromiso social por el que hoy le reconocemos", destacó el actual regidor, Rafael Llamas, quien señaló que unir el nombre de Antonio Carpio al de Montilla "es un honor y un reconocimiento a un buen alcalde que buscó el bien de muchos".
El reconocimiento que tuvo lugar anoche en Montilla contó también con la adhesión del alcalde de Castro del Río, localidad natal de Antonio Carpio. "Era un hombre sencillo que siempre mantuvo su compromiso con su pueblo de adopción, que ahora lo homenajea", apuntó José Luis Caravaca, quien agradeció este reconocimiento a un vecino de Castro del Río con la entrega al Ayuntamiento de Montilla de una mecedora realizada con madera de olivo.
El homenaje despertó también la emoción de la familia del exalcalde montillano, que agradeció la iniciativa puesta en marcha por Izquierda Unida, así como el apoyo de miles de montillanos para llevar a cabo este homenaje. "Él hubiera atribuido este homenaje al buen hacer de sus compañeros y al esfuerzo de todas esas mujeres y hombres anónimos que trabajan por una sociedad más libre y más justa, por lo que este reconocimiento también es para ellos", apuntó su hijo, Lucas Carpio, quien acudió al acto acompañado de su madre, Soledad Pérez.
Alcalde durante tres mandatos
Nacido en Castro del Río el 15 de julio de 1946, la primera incursión de Antonio Carpio en la política se remonta a 1969, año en que ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) procedente del Movimiento de Acción Católica. Diez años más tarde, en 1979, fue elegido concejal de Cultura del Ayuntamiento de Montilla, en las primeras elecciones democráticas que se celebraron en España después de la Dictadura del general Franco, formando parte de la candidatura que encabezaba José Luque Naranjo.
No obstante, Antonio Carpio se vio obligado a renunciar a su acta de concejal apenas cumplido el segundo año de mandato, tras haber aprobado unas oposiciones en Correos y Telégrafos que le obligaron a fijar su residencia en Madrid. Durante su estancia en la capital de España, se licenció en Derecho y, posteriormente, consiguió su plaza como técnico de Gestión del Instituto Nacional de Empleo (INEM), adscrito al Ministerio de Trabajo.
Tras su primera experiencia como edil en el Ayuntamiento de Montilla, en junio de 1995 accedió a la Alcadía en representación de IU, al conseguir diez de los 21 concejales de la Corporación, a sólo 20 votos de la mayoría absoluta, que lograría cuatro años más tarde, cuando la coalición de izquierdas obtuvo 14 de los 21 ediles con los que cuenta el Plenario montillano.
Antonio Carpio revalidó un tercer mandato en el año 2003 y decidió no concurrir a las elecciones municipales del año 2007, tras doce años al frente del Gobierno local. Tras recibir la Medalla de Oro Honorífica de la Mancomunidad de Municipios Campiña Sur, entidad en cuya creación colaboró activamente, Antonio Carpio se reincorporó a su trabajo como técnico de Gestión del INEM y se retiró de la primera línea política, aunque mantuvo intacto su compromiso con la Agrupación Local de IU, a cuyos actos públicos y asambleas acudía asiduamente.
Casado con Soledad Pérez, fue padre de dos hijos, Lola y Lucas. El 13 de junio del pasado año, durante el pleno de investidura de la nueva Corporación Municipal, tanto el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, como la primera teniente de alcalde y coordinadora local de IU, Conchi Espejo, tuvieron palabras de recuerdo para el que fue cuarto regidor de la etapa democrática en la localidad, despertando la ovación de los cientos de montillanos que se dieron cita en el Salón Municipal San Juan de Dios.
La iniciativa para homenajear a Antonio Carpio fue puesta en marcha a instancias de la Asamblea Local de Izquierda Unida y logró sumar cerca de 3.300 firmas de colectivos y vecinos a título individual, además del apoyo unánime de la actual Corporación Municipal que, el pasado mes de junio, acordó brindar un reconocimiento público a la trayectoria política y personal de quien fue alcalde de Montilla entre 1995 y 2007.
Con el apoyo de cerca de 3.300 firmas de colectivos y vecinos a título individual, la viuda del exregidor, Soledad Pérez, recibió anoche, junto a su hijo Lucas, el título de Hijo Adoptivo de Montilla a título póstumo. "Su labor ha sido reconocida por montillanos e instituciones por ser una persona de amplio consenso que consiguió proyectos de gran importancia para la ciudad", argumentó el teniente de alcalde de Bienestar Social, Francisco Lucena, instructor del expediente que ha hecho posible esta distinción, para defender la idoneidad de denominar el edificio de Ronda de Curtidores con el nombre del exalcalde "por ser un amante de la cultura en todas sus manifestaciones y por su apoyo importante a los jóvenes".
"En su condición de alcalde demostró sus valores humanos y su compromiso social por el que hoy le reconocemos", destacó el actual regidor, Rafael Llamas, quien señaló que unir el nombre de Antonio Carpio al de Montilla "es un honor y un reconocimiento a un buen alcalde que buscó el bien de muchos".
El reconocimiento que tuvo lugar anoche en Montilla contó también con la adhesión del alcalde de Castro del Río, localidad natal de Antonio Carpio. "Era un hombre sencillo que siempre mantuvo su compromiso con su pueblo de adopción, que ahora lo homenajea", apuntó José Luis Caravaca, quien agradeció este reconocimiento a un vecino de Castro del Río con la entrega al Ayuntamiento de Montilla de una mecedora realizada con madera de olivo.
El homenaje despertó también la emoción de la familia del exalcalde montillano, que agradeció la iniciativa puesta en marcha por Izquierda Unida, así como el apoyo de miles de montillanos para llevar a cabo este homenaje. "Él hubiera atribuido este homenaje al buen hacer de sus compañeros y al esfuerzo de todas esas mujeres y hombres anónimos que trabajan por una sociedad más libre y más justa, por lo que este reconocimiento también es para ellos", apuntó su hijo, Lucas Carpio, quien acudió al acto acompañado de su madre, Soledad Pérez.
Alcalde durante tres mandatos
Nacido en Castro del Río el 15 de julio de 1946, la primera incursión de Antonio Carpio en la política se remonta a 1969, año en que ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) procedente del Movimiento de Acción Católica. Diez años más tarde, en 1979, fue elegido concejal de Cultura del Ayuntamiento de Montilla, en las primeras elecciones democráticas que se celebraron en España después de la Dictadura del general Franco, formando parte de la candidatura que encabezaba José Luque Naranjo.
No obstante, Antonio Carpio se vio obligado a renunciar a su acta de concejal apenas cumplido el segundo año de mandato, tras haber aprobado unas oposiciones en Correos y Telégrafos que le obligaron a fijar su residencia en Madrid. Durante su estancia en la capital de España, se licenció en Derecho y, posteriormente, consiguió su plaza como técnico de Gestión del Instituto Nacional de Empleo (INEM), adscrito al Ministerio de Trabajo.
Tras su primera experiencia como edil en el Ayuntamiento de Montilla, en junio de 1995 accedió a la Alcadía en representación de IU, al conseguir diez de los 21 concejales de la Corporación, a sólo 20 votos de la mayoría absoluta, que lograría cuatro años más tarde, cuando la coalición de izquierdas obtuvo 14 de los 21 ediles con los que cuenta el Plenario montillano.
Antonio Carpio revalidó un tercer mandato en el año 2003 y decidió no concurrir a las elecciones municipales del año 2007, tras doce años al frente del Gobierno local. Tras recibir la Medalla de Oro Honorífica de la Mancomunidad de Municipios Campiña Sur, entidad en cuya creación colaboró activamente, Antonio Carpio se reincorporó a su trabajo como técnico de Gestión del INEM y se retiró de la primera línea política, aunque mantuvo intacto su compromiso con la Agrupación Local de IU, a cuyos actos públicos y asambleas acudía asiduamente.
Casado con Soledad Pérez, fue padre de dos hijos, Lola y Lucas. El 13 de junio del pasado año, durante el pleno de investidura de la nueva Corporación Municipal, tanto el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, como la primera teniente de alcalde y coordinadora local de IU, Conchi Espejo, tuvieron palabras de recuerdo para el que fue cuarto regidor de la etapa democrática en la localidad, despertando la ovación de los cientos de montillanos que se dieron cita en el Salón Municipal San Juan de Dios.
I. TÉLLEZ / J.P. BELLIDO
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR