El Museo Garnelo continúa incrementando sus fondos. Dos años después de incorporar a sus galerías el cuadro Tarde de toros, considerado la "obra maestra" de José Santiago Garnelo y Alda, la pinacoteca montillana presentó ayer Jesús, Manantial de Amor, un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones que ha cedido en depósito el Museo del Prado por cinco años renovables, tras la restauración a la que fue sometida la obra durante el pasado año.
El alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, agradeció al Museo del Prado esta cesión temporal que posibilitará a quienes visiten la Casa de las Aguas de Montilla disfrutar de esta obra que tuvo consideración de Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, obteniéndola de manera efectiva catorce años más tarde.
Tal y como explicó el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo José Santiago Garnelo pintó Jesús, Manantial de Amor en 1901, una etapa "de febril actividad artística y de madurez personal" de este artista nacido en 1866 en la localidad valenciana de Enguera aunque montillano de adopción, pues su familia fijó su residencia en la ciudad cuando el pintor apenas contaba un año de edad.
El cuadro, de casi dos metros de ancho por tres de alto, "representa un giro en la obra de Garnelo: el de la pintura simbolista, que recoge, a su vez, la tendencia idealista que ya había coexistido con los prerrafaelitas ingleses y los denominados romanos alemanes en la segunda mitad del siglo XIX", subrayó Cerezo, que estuvo acompañado por Mercedes Orihuela, conservadora del Museo del Prado.
Tras resultar premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915, el cuadro pasó a formar parte del Museo de Arte Moderno, actual Museo del Prado, y fue destinado a la Embajada de España en Lisboa, donde permaneció durante largos años, para terminar su periplo en la Sociedade Espanhola de Beneficencia, desde donde fue trasladado a Madrid, a comienzos del pasado año.
El lienzo, que sufrió los avatares del tiempo y los traslados, fue restaurado en los talleres del Museo del Prado a lo largo del pasado año y, ahora, ha sido cedido a Montilla, camino que seguirá otra de las obras importantes de Garnelo, La muerte de Lucano, una obra realizada en 1887 que podrá contemplarse en la Casa de las Aguas "tras su restauración, estimada en el plazo de un año".
Un gran valor de la pintura simbolista
Jesús, manantial de amor representa a Jesús como fuente de ternura y de amor, que vivifica todos los afectos y todas las fuerzas reunidas de la vida humana. La magnífica interpretación de la luz alba que emana de la figura del Cristo –principal punto de fuga y foco lumínico del cuadro– se alía con la luz natural en la inmensidad espacial proyectada en la composición. Junto a estos recursos plásticos, la aplicación de una gama cromática especialmente tenue consigue envolver la escena en un significativo simbolismo místico.
El alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, agradeció al Museo del Prado esta cesión temporal que posibilitará a quienes visiten la Casa de las Aguas de Montilla disfrutar de esta obra que tuvo consideración de Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, obteniéndola de manera efectiva catorce años más tarde.
Tal y como explicó el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo José Santiago Garnelo pintó Jesús, Manantial de Amor en 1901, una etapa "de febril actividad artística y de madurez personal" de este artista nacido en 1866 en la localidad valenciana de Enguera aunque montillano de adopción, pues su familia fijó su residencia en la ciudad cuando el pintor apenas contaba un año de edad.
El cuadro, de casi dos metros de ancho por tres de alto, "representa un giro en la obra de Garnelo: el de la pintura simbolista, que recoge, a su vez, la tendencia idealista que ya había coexistido con los prerrafaelitas ingleses y los denominados romanos alemanes en la segunda mitad del siglo XIX", subrayó Cerezo, que estuvo acompañado por Mercedes Orihuela, conservadora del Museo del Prado.
Tras resultar premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915, el cuadro pasó a formar parte del Museo de Arte Moderno, actual Museo del Prado, y fue destinado a la Embajada de España en Lisboa, donde permaneció durante largos años, para terminar su periplo en la Sociedade Espanhola de Beneficencia, desde donde fue trasladado a Madrid, a comienzos del pasado año.
El lienzo, que sufrió los avatares del tiempo y los traslados, fue restaurado en los talleres del Museo del Prado a lo largo del pasado año y, ahora, ha sido cedido a Montilla, camino que seguirá otra de las obras importantes de Garnelo, La muerte de Lucano, una obra realizada en 1887 que podrá contemplarse en la Casa de las Aguas "tras su restauración, estimada en el plazo de un año".
Un gran valor de la pintura simbolista
Jesús, manantial de amor representa a Jesús como fuente de ternura y de amor, que vivifica todos los afectos y todas las fuerzas reunidas de la vida humana. La magnífica interpretación de la luz alba que emana de la figura del Cristo –principal punto de fuga y foco lumínico del cuadro– se alía con la luz natural en la inmensidad espacial proyectada en la composición. Junto a estos recursos plásticos, la aplicación de una gama cromática especialmente tenue consigue envolver la escena en un significativo simbolismo místico.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR